La prima marca un récord 'ficticio'
Un "ajuste técnico" sitúa la prima de riesgo española por encima de la italiana · Las agencias rectifican la cifra tras la queja del Gobierno · La compra de bonos por parte del BCE ayuda a relajar la tensión hasta los 441 puntos.
Lo que mal empieza no siempre acaba igual. La jornada de ayer fue un tanto atípica en el mercado de deuda. La presión sobre España continuó en el último día de campaña electoral, pero el riesgo país, que inició la jornada en máximos, cerró en cifras que, aun siendo altas -441 puntos básicos-, están lejos de la temida barrera de los 500.
El baile de cifras y la alarma de que la prima de riesgo española había superado por primera vez desde agosto a la italiana marcaron el día. Sin embargo, las propias agencias encargadas de calcular el diferencial entre los distintos bonos nacionales y el alemán -el más seguro- se encargaron de desmentir los datos y deshacer el entuerto. Eso sí, después de que el Gobierno denunciara que todo se debía a una "cuestión técnica artificial", en palabras de la ministra de Economía, Elena Salgado. El detonante de las turbulencias fue la utilización de una nueva referencia: se comparó el bono alemán a 10 años con otro español que vence tres meses más tarde, por lo que, al tratarse de un periodo de tiempo más largo, los inversores exigieron intereses más altos.
Sea como fuere, la prima de riesgo española cayó al final hasta los 441 puntos básicos, aunque hasta minutos antes de cerrar se movió en zona de máximos. Detrás de esa relajación se escondieron dos factores. Por un lado, la subsanación del fallo técnico que había provocado que la cifra española estuviera por encima del nivel real registrado. Y, por otro, la intervención del Banco Central Europeo (BCE), que terminó de apagar el fuego con la compra masiva de bonos españoles casi al cierre de la jornada.
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, se apresuró a aclarar ante la prensa tras el Consejo de Ministros que el encarecimiento de la deuda no estaba justificado y que había que atribuirlo a un error técnico. Explicó que, como es habitual en el mercado secundario, cada vez que hay subasta, el nuevo bono a 10 años se convierte al día siguiente en la referencia para calcular la prima de riesgo. Y en este caso se trataba de la emisión del jueves, que se saldó pagando un interés récord del 7%, algo que no ocurría desde hacía 14 años. Por ello, la prima saltó automáticamente 34 puntos básicos, de los 460 del cierre de la víspera a los 494, y poco después continuó subiendo hasta marcar un nuevo máximo en 504.
Como respuesta a la petición del Ejecutivo, se volvió a utilizar la referencia anterior, con una liquidez mucho más alta y un comportamiento de mercado menos distorsionado, decisión que provocó que la prima de riesgo se relajara y bajara, repentinamente, 70 puntos básicos.
A ello se sumó la actuación del Banco Central Europeo (BCE), que intervino en los mercados de deuda para comprar títulos españoles e italianos. Todo dio como resultado que la prima se quedara en 441 puntos a sólo dos días de las elecciones generales y que el rendimiento del bono español retrocediera hasta el 6,312%.
El riesgo país de Italia también descendió hasta los 467 puntos, con la rentabilidad del bono a 10 años en el 6,620%, y la prima francesa siguió la senda con una bajada que la colocó en 150 puntos con el rendimiento en el 3,44%.
Estas tensiones del mercado secundario se hicieron notar en las bolsas europeas, que amanecieron marcadas por los números rojos. Finalmente, el Íbex 35 consiguió desmarcarse de la tónica bajista y terminar con una ligera subida del 0,48%, que le permitió recuperar la cota de los 8.300 enteros. Los selectivos de Fráncfort y París no consiguieron evitar la caída con descensos del 0,85% y el 0,44%, respectivamente. El de Italia se salvó por poco (+0,2%).
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