La Ley Cabrero contra los excesos

La normativa de la Macarena para el besamanos de la Virgen de la Esperanza es una prueba más de la necesidad de las cofradías de acabar con comportamientos inadecuados

Una cámara es alzada ante los ciriales que anteceden a un paso
Una cámara es alzada ante los ciriales que anteceden a un paso / M. G.

16 de diciembre 2018 - 05:00

Sevilla/EL mundo de las cofradías está entrando en el corsé poco a poco, sin que se mueva un varal. ¿Quién coloca ese corsé a modo de ley de ajustes? Quien corresponde en cada momento. Es lo que tienen los excesos, que obligan a tomar medidas. En los años noventa fueron las vallas en la Avenida. En el arranque de siglo fue la fundación del Cecop para promover la implantación paulatina de una Semana Santa videovigilada. Y ahora es el debate sobre el exceso de las procesiones extraordinarias y otras medidas complementarias.

Esta semana hemos conocido el catálogo de normas para el besamanos de la Virgen de las Esperanza, la Ley Cabrero que trata de poner orden en la organización de un culto de participación masiva donde ha hecho mella la cultura del consumo de fotos. Se acabó el horario reservado para fotógrafos, como se acabo la interrupción de la cola para que el grupo de turno se haga la instantánea delante de la Virgen con la algarabía de turno, más propia de salón de celebraciones del Aljarafe que de una basílica. Los profesionales nunca tendrán problemas ni encontrarán dificultades para hacer su trabajo, la legión de aficionados dejará de campar a sus anchas por el interior del templo molestando a los fieles y haciéndose notar en todo momento.

Bien por el cántabro Cabrero, bien por ser el primero en abrir el debate y tratar de poner soluciones. Al presidente Rodríguez-Caso lo perseguían los abonados en las tardes de cuaresma cuando reordenó la Avenida para instalar las vallas. Nadie discute ahora que la reforma fue un éxito, promovida de la mano del concejal Jaime Bretón, hoy adjunto al Defensor del Pueblo.

Cuando uno lee las normas se acuerda irremediablemente del fotógrafo Jesús Martín Cartaya, que nunca ha sido un profesional de la fotografía, sino del comercio. Pero como es un señor, nunca ha tenido problemas para ejercer su pasión –la fotografía– hasta en los sitios más inaccesibles. Cuánto tienen que aprender los aficionados del estilo de Martín Cartaya, que tuvo el privilegio hasta de vivir una Madrugada en el interior de San Antonio Abad. Martín Cartaya no ha necesitado de horarios especiales, ni de corralitos, ni de plataformas. Nunca se ha hecho notar, siempre ha pasado desapercibido. Ha tenido y tiene más oficio para moverse en las cofradías que algunos profesionales. Por tener tacto, delicadeza y educación.

La Ley Cabrero es, en el fondo, un instrumento para corregir los problemas de la mala educación y los excesos que provoca el consumismo de vivencias que deben ser difundidas en las redes, la felicidad de diseño que se exhibe en Facebook, la cultura del yo estoy aquí, del selfie, de las fotos de los pies desnudos en la playa y del gin tonic piscinero, ahora en su modalidad de invierno junto a la chimenea de encendido eléctrico del adosado del Aljarafe.

Este Cabrero se ha orientado en Sevilla mejor que muchos sevillanos. Con ese perfil de comercial que nunca pierde (“Mapfre, dígame”), nos ha vendido una reforma con la que a cualquier otro hermano mayor lo hubieran corrido a gorrazos por la Resolana. ¿Y qué me dicen del horario especial para hermanos de siete a nueve de la mañana? Algunos sabrán ahora para qué sirve el DNI, además de para votar o para pagar en Corte Inglés con la tarjeta sin firmar. ¡Para entrar sin colas como hermano de la Macarena en el besamanos de la Virgen de la Esperanza!

Ea, pues a ver si ahora otras cofradías siguen la senda de la Ley Cabrero, como hicieron muchas cuando el Gran Poder sacó el primer anuario. Se redujeron los boletines, los costes y se ganó en calidad. Las dos grandes marcan el estilo. A falta de buena educación, bienvenidas las normas.

Reyes de la Lastra

La calidad del Paño de la Verónica de la Hermandad del Valle está asegurada. La pintora Reyes de la Lastra ha recibido una encomienda que es todo un honor, dado el elenco de artistas que lo han realizado. Probablemente, la obra de Reyes no necesitará de ir a la Universidad de Salamanca para ser comprendida, que fue lo que dijo monseñor Asenjo con cierto sentido del humor cuando contempló cierto paño... El paso del Señor con la Cruz al Hombro, y ya es difícil, ganará con la maestría de Reyes.

Un 155 para el Martes Santo

¡Esto se pone interesante! Como la presión de las hermandades del Martes siga con semejante intensidad, al presidente Vélez no le va a quedar otra que tragarse el sapo o aplicar una suerte de artículo 155 a la jornada con la inestimable ayuda de don Teodoro, vicario general. Esta semana ha habido foro de ex hermanos mayores con la participación del jefe de la Policía Local. La pluralidad de opiniones, por cierto, brilló por su ausencia. Todos los invitados estaban a favor de continuar con el itinerario al revés. También participó el jefe de la Policía Local, señor Ruiz-Berdejo, pero aportó menos que la carta de ajuste. El resumen del foro, celebrado en la casa de hermandad de Los Estudiantes, es que el frente contra San Gregorio seguirá vigente. Los del Martes van a dar que hablar... Hasta hubo alusiones al catastrofismo si entrara un gobierno de Podemos en la ciudad. ¡Dios santo! Estaremos atentos, del derecho y del revés.

Lo mejor

Del foro nos quedamos con una frase que nos encantó: “La Semana Santa no puede estar secuestrada por los abonados”. Distinto es el sentido –legítimamente interesado– en que la usó, que fue para defender el Martes Santo al revés. Pero, en general, estamos de acuerdo con el planteamiento. Y se nos ocurre una pregunta. ¿Y acaso las cofradías no tienen a su vez secuestrada la Semana Santa?

Frialdad

¿Se ninguneó al delegado del Martes Santo en la convivencia de jóvenes de la jornada celebrada recientemente?

El Lagarto de la Catedral:

"Querido Fiscal, el jueves le dieron el alta a don Juan José, ya está felizmente recuperado de la dolencia que lo ha tenido una semana ingresado. Nada nuevo. Ha estado pendiente de todo a través del teléfono móvil, que ya sabes que maneja personalmente"

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