El Fiscal

Madrugada, el error que esperamos no lamentar

Nazarenos de la Esperanza de Triana por el Puente.

Nazarenos de la Esperanza de Triana por el Puente. / M. G. (Sevilla)

¿Por qué el Ayuntamiento ha ampliado a última hora a varias calles, caso de Reyes Católicos, el listado de bares que pueden abrir en la Madrugada hasta las seis con la opción de servir alcohol hasta las dos? Huele a debilidad, a cesión a las presiones fortísimas de la patronal, no saciada con la cantidad de procesiones que hay todo el año y la que viene, además, en el puente de diciembre. La calle Reyes Católicos es el punto más critico de la Madrugada según todos los informes de los últimos años. Hace esquina con el Paseo de Colón, zona de trago largo de altísima concurrencia durante toda la tarde del Jueves Santo. Esperamos, deseamos y confiamos en que no haya que lamentar ningún error. La libertad sin garantías de seguridad es un camelo. Y los bandazos del gobierno en este asunto han sido evidentes hasta el final. No se trata de culpar a los bares, sino de ser conscientes de la necesidad de reducir los riesgos, pues también es fundamental el control de la venta de lotes de alcohol en tiendas de conveniencia. 

Triana concentra un volumen de público cofradiero muy importante que se mezcla con el núcleo que gira alrededor de la estación de autobuses y el río, que presenta en los últimos años un elevado riesgo de conflictividad, según todos los informes que se han publicado y que detectan gran cantidad de gente que salea la calle sin importarle nada la fiesta religiosa. No se olvide el punto delicado, además, que supone el cruce de la Esperanza de Triana con el Gran Poder. Siempre, siempre, hay un flujo muy importante de público que baja por Reyes Católicos y se encuentra con el tapón de personas que se forma en la Magdalena. Ayudará, claro, que el tiempo sea fresquito y no digamos si hay una amenaza de lluvia que reduzca el público. Está probado que la Madrugada se salva si baja entre un 10% y un 20% el público por frío o riesgo de agua, pero no deberíamos confiarnos a esos factores de probada volatilidad.