El Fiscal

Silencio

Francisco Vélez, presidente de Consejo, saluda al vicario general, Teodoro León.

Francisco Vélez, presidente de Consejo, saluda al vicario general, Teodoro León. / José Ángel García (Sevilla)

No nos referimos al que se le notan los siglos en las formas, sino al de los que se quedan callados cuando hay que hablar donde hay que hablar. Llevamos dos meses de conflictos, disputas, polémicas y comunicados por la reordenación de la Semana Santa, llega el Cabildo de Toma de Horas y solo habla... el Buen Fin. Se puede entender que haya cofradías que prefieran no ralentizar el trámite de la aprobación de los horarios y no evidenciar más los enfrentamientos, pero todo tiene un punto de equilibrio. Al menos dejar constancia del desacuerdo en el foro oficial, ¿no? Que conste en acta el rechazo, el esfuerzo extraordinario que unas harán, las formas más o menos acertadas... Después de todo lo que hemos oído y leído, uno se queda pasmao, como dijo Alfonso Guerra. ¿Para qué entonces este cabildo? Para desayunar juntos y que los turistas miren con extrañeza a tanto señor con el Dustin.