Qué hermosos son los momentos en que las hermandades agradecen la fidelidad de sus hermanos. 25, 50, 75... La vida entera marcada por la devoción a unas imágenes sagradas. La vida, ¡se dice pronto!, con la fotografía del Señor en la cartera, en el salón, en la mesilla, en la cocina, en la oficina, en el coche... La vida es el Señor al que se habla de tú, con el que se dialoga, ante el que se llora y al que se agradece la dicha concedida y hasta las no concedidas. María del Carmen Puch Rodríguez-Caso recibió el justo reconocimiento a su fidelidad al Gran Poder. 75 años de oraciones, 75 años de gratitud. La hermana del pintor Daniel, la madre de nuestro Juan Ignacio, la abuela de Ignacio, la fiel devota del Señor, la hermana de sus hermanas. La infancia son recuerdos de ella hablando del Señor. El Señor es la vida. Su vida. La ciudad es ella cuando habla del Gran Poder. Pura fidelidad. Que el Señor la tenga mucho tiempo más entre nosotros. A ella y a todos los suyos.
75 años de fidelidad al Gran Poder
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María del Carmen Puch Rodríguez-Caso, la madre de nuestro Juan Ignacio, es un un ejemplo genuino de devota del Gran Poder