El cinturón de esparto

FIELES a la tradición dedicamos estos cien gramos de Fiscal al cinturón de esparto, complemento del nazareno poco valorado. El personal se fija en los ojos, en el largo de la túnica y hasta en la caída por la espalda del antifaz. Pero el esparto pasa muchas veces desapercibido, cuando hay tipos muy diversos. Mi preferido es el de piola, porque se ven las cuerdas a una una, mucho más bonito que el esparto trenzado. Y donde esté un ancho cinturón de esparto que se quiten los demás. ¿Qué me dicen de la costumbre de algunos nazarenos de cubrir las hebillas con pañuelos? Se ven hasta algunos coloridos. Mejor siempre, mucho mejor, sin aditamento alguno. Nada que no sea la caída delantera del antifaz debe tapar las correas del cinturón. Un buen cinturón de esparto desprende un olor que siempre genera los mejores recuerdos. Pasan los años y el esparto es guardián de la memoria.