HAY un tipo de sevillano que se cree muy valiente por denunciar que a monseñor Asenjo se le elogia en la despedida después de haber sido tratado con dureza en el inicio de su pontificado hace ya doce años. Así llevan desde que don Juan José tuvo que presentar su renuncia al cargo como manda el Código de Derecho Canónico. Esta cofradía de suavones es muy respetable, puesto que la opinión es muy libre, faltaría más. Ocurre que cuando se trata de profesionales de la información y del peloteo baboso (guau), la cosa cambia sustancialmente. En política norteamericana se tiene por norma de estilo no escrita la de no disparar contra el pato cojo. Esto es, no se debe ser duro con quien tiene ya fecha de caducidad en el cargo por una mera cuestión de respeto y cortesía.

Y, sobre todo, porque no tiene ningún mérito fiscalizar con dureza al que se sabe seguro que se marcha. ¡Esos cojones en Despeñaderos!, que saben ustedes que fue lo que le dijeron a la locomotora protestona al llegar a Atocha y soltar un bufido. Pues ya quisiera yo haber oído y leído a muchos con espíritu crítico al inicio del pontificado, que es cuando hay que echarle valor al oficio y no tratar de posicionarse como borregos. Algunos deben recibir clases de independencia de criterio que, en el fondo, es como se gana el respeto. El periodismo requiere de distancia, no de sacristía y curia.

Don Juan José es hombre culto, bueno y listo. Ha sabido distinguir perfectamente el grano de la paja. Tan sólo ha necesitado de tiempo. Como todos en un puesto nuevo en una ciudad que no es la suya. Que nos suelten a nosotros a ejercer en Bilbao o Gerona a ver si no nos topamos con dificultades. Pero no me sean ventajistas algunos diciendo tonterías ahora que el prelado se marcha. La labor de la prensa era la de fiscalizar, como siempre. Yla de don Juan José, ganarse el cariño y el respeto, cosa que ha logrado por su cuenta sin necesidad de muletas. Ay, los agradaores...

Fíjense si lo ha conseguido que nuestro arzobispo se queda a vivir con nosotros. Y, por cierto, menuda estupidez la de definir al cardenal Amigo como un prelado político. ¿Acaso no lo fue Bueno Monreal, conocido como el Tarancón hispalense, o el mismo Asenjo, que lidió con Cajasur, es amigo de Griñán, Rafa Velasco y Pulido, o ha compartido largas sobremesas con Susana Díaz? De verdad... qué manía la de meterse sin fundamento con alguien para elogiar a otro. A ciertos niveles de toda profesión se hace política. ¡Claro que sí! Todo alto cargo hace política. Por ejemplo, el gerente del SAS no hace Medicina, sino política. Distinto será el concepto de política que tengan algunos.

El mayor éxito de Asenjo, junto a la creación de la Facultad de Teología que Sevilla nunca le agradecerá suficientemente, es la de haber distinguido a los pelotas y meapilas de los hombres libres, leales y respetuosos. Nunca lo dirá en público. Pero les ha cogido la medida. Lo sabemos muy, muy bien. Por eso se queda aquí.

Andrés Martín

Más Andrés Martín para la Pastora

El que fuera turboconsejero de la sección de Gloria en los tiempos de Adolfo Arenas como presidente del Consejo, Andrés Martín, juró el viernes como hermano mayor de la Divina Pastora de Santa Marina, donde continuará un mandato más al frente de su queridísima hermandad. Lo mejor de este Andrés es que no para de proyectar cosas pata engrandecer a su corporación. Que se entera que los tenientes de alcalde puede donar un fajín a la Virgen, ya está pidiendo uno. Invita al capitán general, adorna de palmas rizadas la puerta de la capilla, lucha por la medalla de la ciudad para la Virgen. ¡No para!

El Cachorro

Sí, señor. ¡Habrá tres candidaturas para las próximas elecciones! Porque José Ignacio Barbasán ha dado el paso al frente y se medirá en las urnas con José María Ruiz Rosco, ex hermano mayor, y José Luis Aldea, teniente de hermano mayor de la actual junta de gobierno que preside Talavera. Barbasán, arquitecto técnico de profesión e hijo de Enrique Barbasán, que fue hermano mayor de la cofradía.

Amarga victoria

La conseguida en los tribunales por la junta de gobierno del Valle (no confundir con la hermandad, al igual que no se debe confundir la Iglesia con la jerarquía eclesiástica) contra el mayordomo de la mano larga. Sí, la Justicia ha dado la razón a la corporación en un asunto que nunca debió trascender de esa forma ni alcanzar esos niveles, pues entonces no sabemos en qué se distingue una hermandad de una empresa privada. Ha habido demasiada acritud y excesiva vehemencia. Hay entidades privadas con un concepto de misericordia más nítido que el mostrado por esta junta de gobierno. Y conste que a la junta le asistía todo el derecho del mundo a recurrir a la Justicia ordinaria. Faltaría más. Como a nosotros dar nuestra opinión sobre un hecho lamentable con consecuencias desagradables. El comunicado emitido al respecto, por cierto, me provocó náuseas. ¡Tengas pleitos y los ganes! El éxito hubiera sido lavar este trapo sucio en casa. De toda la vida de Dios ha habido y habrá mayordomos trincones. Y se han ajustado las cuentas en los despachos o en las sacristías. Pero en fin... Se ve que los tiempos han cambiado. Que disfruten la victoria, esperemos que les haya merecido la pena.

Nuevos títulos

Ya se dice que en los títulos oficiales de las cofradías habrá que sumar el de “No Coronada” al referir la advocación de la Virgen, pues ya son numerosas las que están coronadas con ese rango canónico. Pues en breve habría que añadir con todas sus mayúsculas el de “Con Cuadrilla de Costaleros Asegurados”, “Con Cuerpo de Menores Protegidos” y, por supuesto, “Con las Cuentas Auditadas Por Consultora Independiente”. Rían, rían, pero se ve cada cosa...

¿Y el museo?

El éxito de la muestra In nomine Dei ha generado un debate. ¿Estamos precisamente en el momento adecuado para impulsar con fuerza un Museo de las Cofradías con contenidos temporales? Hay que hablarlo con Antonio Garduño. Quizás hasta los críticos se sumen a la causa.

El Lagarto de la Catedral: "Qué divertido fue el sábado del anuncio del nuevo arzobispo, querido y siempre inquieto Fiscal. Cuando todos creían que el elegido era el cardenal de Rabat, la de curas que pusieron en sus teléfonos, bien visible, una imagen de María Auxiliadora por aquello de que es salesiano. Ja, ja, ja".