La salida de la Hermandad del Rocío de Triana, además de ser histórica por el regreso a la parroquia de San Jacinto, dejó impactantes imágenes en la parte peatonal de la calle trianera. El suelo de esta popular vía parece no convenir al paso de los caballos a tenor de los resbalones que han protagonizado los equinos durante la mañana. El pavimento de este tramo de la calle San Jacinto está compuesto por adoquines y granito.

La Policía Nacional ha tenido que ayudar a varios jinetes a controlar a los animales, que en algunos momentos eran incapaces de mantenerse en pie. La rápida y acertada actuación policial unida a la pericia de los caballistas ha hecho que no se tengan que lamentar sucesos de gravedad.

En San Jacinto 37 años después 

El Pentecostés de 1982 fue el último que la parroquia de San Jacinto vio salir por su puerta a la Hermandad del Rocío de Triana para comenzar una romería. En septiembre de aquel año el simpecado se trasladaba a su actual capilla. Cuando han pasado 37 años, aquella estampa volverá a repetirse.

Este miércoles 5 de junio ha sido cuando la Virgen Chiquita del simpecado trianero se trasladó con las primeras luces del alba desde la calle Evangelista hasta el templo de Pagés del Corro. Allí lo esperó la comunidad dominica que ya recibieron el pasado 1 de mayo a los titulares de la Hermandad de la Estrella, que han establecido en esta parroquia su sede canónica provisional mientras se acometen las obras de ampliación de su capilla.