Elecciones

Santiago Padilla seguirá al frente de la Matriz de Almonte cuatro años más

Santiago Padilla, tras ser reelegido presidente de la Matriz.

Santiago Padilla, tras ser reelegido presidente de la Matriz. / Hermandad Matriz de Almonte

Santiago Padilla seguirá al frente de la Hermandad Matriz de Almonte cuatro años más. Así será tras su reelección como presidente de la corporación rociera este viernes, en las elecciones a las que también ha concurrido la candidatura presentada por Miguel Ángel Valladolid

Padilla ha sido elegido presidente con 1.889 votos, frente a los 1.394 logrados por Valladolid. Además, se han contabilizado 40 votos en blanco y 17 nulos, de las 3.340 papeletas depositadas en las urnas dispuestas en la parroquia almonteña, la de la Asunción.

Debido a la alta participación, hubo que ampliar el horario de votación, fijado en principio de 17:00 a 21:00 de este viernes. Finalizó a las doce y media de la noche. Los resultados se han conocido pasadas las dos y cuarto de la madrugada de este sábado. 

Un segundo mandato

La elección de Padilla supone el segundo mandato de este almonteño al frente de la Matriz. Una responsabilidad acometida antes por su padre y abuelo. Durante el primer mandato, el que es también gerente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia, tuvo que enfrentarse a la irrupción de la pandemia del Covid, que dejó al mundo rociero sin romería en los años 2020 y 2021. Un periodo en el que la Blanca Paloma hubo de permanecer en Almonte, tras haberse trasladado al municipio del que es patrona en agosto de 2019, como es tradición cada siete años. 

Durante estos cuatro años se han acometido mejoras en el santuario de la Virgen del Rocío y se ha realizado un nuevo paso. Padilla también vivió el regreso precipitado de la Blanca Paloma en la madrugada del Lunes de Pentecostés de 2022, debido a la rotura de un banco de las recién estrenadas andas. 

La romería de este año, que se celebró hace dos semanas, se ha caracterizado por la restricción de tractores en la Raya Real (cometido en el que se irá ahondando para que impere la tracción animal en la peregrinación) y por la presencia del nuncio apostólico, Bernardito Auza, en los cultos celebrados en la aldea, entre ellos, la misa de Pentecostés. Contempló la procesión de la Virgen desde el balcón donde hace 30 años el Papa Juan Pablo II se dirigió a los miles de devotos allí congregados y pronunció la ya célebre exhortación: "¡Qué todo el mundo sea rociero!".

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