Entrevistas

Alfonso Gentil Álvarez-Ossorio: “El programa Erasmus es el alma de Europa”

Alfonso Gentil Álvarez-Osorio.

Alfonso Gentil Álvarez-Osorio. / Sepie

A Alfonso Gentil Álvarez-Osorio (Sevilla, 1980) hacer un Erasmus en la Universidad de Nijmegen (Países Bajos) le cambió la vida y ahora trabaja para ayudar a que el programa de intercambios de la Unión Europea siga transformando la vida de los jóvenes del continente. Este sevillano es el es el director del SEPIE desde 2021 –después de pasar por el Ministerio de Educación y el de Universidades– y es el principal responsable del desarrollo de este proyecto europeo en nuestro país. Desde su departamento velan por el crecimiento y el correcto funcionamiento de Erasmus+.

–¿Qué es el SEPIE?

–Es el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación, somos un organismo adscrito al ministerio de Universidades, pero en nuestro consejo rector están representados los ministerios de Asuntos Exteriores, Educación, Trabajo y Universidades. Somos la agencia nacional de Erasmus+ en España en los ámbitos de la educación y la formación. El 90% del presupuesto del Erasmus en España lo gestionamos nosotros y otro 10% lo gestiona INJUVE. También somos agencia de internacionalización de las universidades españolas y otros programas de movilidad.

–¿En que se diferencia el Erasmus del Erasmus+?

–Erasmus es el programa que todos conocemos. Nació en el 87 para la movilidad universitaria. El programa ha crecido y desde 2014 se denomina Erasmus+. Ese "+" recoge el resto de programas de sectores educativos que ya tenía la UE, de educación escolar, FP y educación de adultos. Hay movilidad por prácticas en educación superior o FP y hay asociaciones de cooperación entre instituciones.

–Es más amplio que un intercambio universitario.

–Entre 2021-2027 esperamos mover a 10 millones de personas, en todos los sectores educativos. En los 35 años anteriores han participado 12 millones de personas. Es un programa por el que la UE ha apostado muy fuertemente. Podemos decir que es el alma de Europa. La mayoría de los ciudadanos europeos nos sentimos identificados con el programa y es la forma más fácil de conocer otra cultura, otro idioma y a gente diversa y de la que yo, personalmente, me siento muy orgulloso.

–Es el principal mecanismo de cohesión de la UE.

–Puedo decir cifras de movilidad o de presupuestos, pero al final lo que genera el programa es la cohesión entre personas. Pueden ser alumnos de escolar que van en grupo de Almería a Cracovia o un adulto de 50 años que está formándose de nuevo y que el tener una experiencia internacional le ayuda a reciclarse laboralmente o la movilidad de universitarios tradicional en la que España sigue siendo el país número uno recibiendo estudiantes y el segundo enviando.

–¿Cómo se consigue?

–Generan amistades, desarrollan habilidades blandas que les ayudan a comunicarse y a trabajar hoy en día. No solo tener amistades, también generar familias, esto es uno de los motivos más importantes para que la UE subsista, esta comunicación que hay entre personas. Esto hace que cada vez seamos más cercanos una persona de Cádiz y una de Tallín o uno de Málaga y otro de Nicosia.–Usted mismo formó parte del programa.

–Irse de Erasmus trae recuerdos imborrables, experiencias que nos acompañan toda la vida y que, en mí caso, me cambió la vida. Estuve haciendo un curso de Derecho Internacional y Derecho Europeo y luego hice mi oposición y estudié para trabajar en el ámbito educativo internacional. No solo me hizo tener amigos, mejorar el inglés, mejorar las habilidades sociales, sino que me abrió el mundo a lo que me quería dedicar luego.

–Los españoles son de los que más participan.

–En el ámbito de la Educación Superior, desde 2001, somos el primer país en recepción de estudiantes, el segundo enviándolos y nos situamos en el top 3 o 4 en el resto de sectores educativos. Los motivos son un compendio de estas mejoras de habilidades sociales, de abrirse al mercado laboral, de aprender idiomas, otra cultura… Esto hace que los españoles busquen mostrarse fuera. Los que vienen a nuestro país buscan lo mismo y está claro que en España tenemos una gran calidad de vida, pero también una alta calidad en nuestras instituciones educativas.

–Y Andalucía está a la cabeza.

–Andalucía es una de las comunidades más activas. Se sitúa a la cabeza en el número de solicitudes presentadas y proyectos seleccionados, en torno al 25% de las solicitudes recibidas en movilidad y proyectos de cooperación son andaluzas. Además, es la comunidad número 1 en participación y solicitudes. En el ámbito universitario, en el top 10 de movilidad de este año hay tres universidades andaluzas: la de Granada, que es la número uno, la de Sevilla, que es la cuarta, y la de Málaga que es la séptima. La UGR también es la que más estudiantes recibe en toda Europa.

–En el programa se integran también terceros países.

–La dimensión exterior del programa hace que estudiantes de terceros países puedan venir a instituciones de educación superior españolas y los españoles ir a terceros países. Los países que más movilidades tienen en esta dimensión son de Europa del Este, Bosnia, Ucrania, Albania… y de África como Marruecos y Nigeria. Pero puede haber movilidades, y las hay, con países de todo el mundo como EsEUU, Australia, Japón o Argentina.

–¿Cuál es el futuro del programa?

–El futuro lo marcamos los ciudadanos europeos. La apuesta de la Comisión y las instituciones europeas hace que haya un número cada vez más alto de participantes y los estados miembros vamos detrás. Hay que recordar que el tener una movilidad también hace que más del 70% de estudiantes tengan claro que quieren hacer en su futuro profesional a su regreso, les abre la mente. Además, el 80% de ellos encuentran empleo a los tres meses de finalizar sus estudios. Es un carné de entrada al mercado laboral.

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