Entrevista a Nolasco

“La industria intenta eliminar a los artistas que no le conviene”

El cantautor Nolasco.

El cantautor Nolasco. / Laura León

Inmerso en grabaciones, solapándolas con giras –”soy una animal de escenarios”– y con un “plan renove” en la mochila, Nolasco (Sevilla, 1976) sigue con la misma ilusión y frescura en plena madurez musical. El cantautor lo llama “habilidad” y lo considera “clave para el éxito”. La música de este artista todoterreno viaja desde Mairena del Alcor a 174 países, aunque echa de menos tener más tiempo –“tendría 25 discos no 8”– y viajaría más. Algo que le encanta y que asegura que “amplía su mente”.

–En estos 17 años de carrera, ¿qué balance hace? ¿Qué le falta y qué le sobra a la música actual?

–La música es un regalo, una suerte y una de las cosas que caracterizan a la especie humana como única, creo que actualmente hay mucha variedad musical, pero la que está más radiada y publicitada es más estándar y más vacía. Lo que sí es cierto es que las redes han puesto tanta música a nivel mundial que hay mucha riqueza. Aunque eso no quita que haya mucho artista empaquetao al vacío fruto de internet, entre otras cosas porque la imagen se impone muchas veces al contenido. Es gente que no tiene un verdadero arte, eso del autotune... (ironiza). Para cantar bien hay que estar afinado y a tiempo, es un recurso básico.

–¿Por qué cree que funciona este tipo de música?

–Son modas y, a la misma vez, son un reflejo de la sociedad. Yo no obviaría ningún tipo de música y si son los más escuchados será por algo. Son un retrato de estos tiempos y además parece que interesa que prevalezca.

–En sus trabajos mezcla estilos experimentales y otros aflamencados. ¿Intenta abrir un nuevo camino?

–En realidad hago lo mismo de siempre, pero la dinámica de ahora, al demandarse consumo inmediato, me permite mostrar pinceladas de mi trabajo. Mis discos están llenos de temas buenos, no hay de relleno, así que esta forma de exponerlos con más temas a la palestra ayuda porque confío mucho en los repertorios.

–Le reconocen sus seguidores en sus temas actuales...

–La gente piensa que los creadores tienen que hacer lo que ellos esperan, pero lo que tenemos que ser es inquietos. Tenemos que evolucionar, investigar, experimentar y tropezar. El riesgo tiene que formar parte de la identidad de un cantautor. 

–¿Por su discografía se le ve muy partidario de las colaboraciones?

–Siempre es interesante mezclarse con otros compañeros y con talento. Entran en juego más cosas y es muy gratificante cómo otra persona lee tus cosas y las interpreta. También me reconforta mucho que otros te pidan que estés en su música.

–¿Es más de letras o de música?

–No tengo un patrón. Tengo muchas maneras de componer. El milagro es cuando la música y la letra se abrazan.

"Mis directos y mi música gustan, pero algunas emisoras no me apoyan. Me hacen la zancadilla”

–Con su tema estrella, Las cosas pequeñitas, ¿se siente como Quino con Mafalda, cansado pero orgulloso?

–Tengo tantas versiones de Las cosas pequeñitas que ya no me ocupa, ya le he sacado todo el rendimiento y se lo sigo sacando. Es una carta de presentación, pero es como Police. No son solo el famoso Every breath you take, tienen además mucha más discografía. Hubo una etapa que estaba más cansado del estigma, pero después te vuelves a encontrar y es como historia de amor. Ya está pasando de generación en generación. El tema es mucho más conocido que yo. Si yo fuera tan conocido como la canción me facilitaría mucho las cosas.

–¿Cree que la independencia es la clave para triunfar?

–Ha sido mi camino, obligado y elegido. Tiene unos contras muy importantes que es la lucha de David contra Goliat, la industria intenta engullir y eliminar a su paso a todos los artistas que no le convienen porque no están dentro de su starsystem o de sus números. Tan claro como eso. Yo soy un artista que, aunque soy independiente, siempre he tenido el favor del público y eso se demuestra en la media de más de 80 conciertos al año. Mi directos y mi música gustan, pero algunas emisoras no me apoyan. No me cogen las canciones porque hay grandes multinacionales que no les interesa que yo esté dentro. Me han vetado los dos últimos singles. Aunque me da igual, ya que gracias a las redes sociales se democratiza más la música. Me están haciendo la zancadilla, pero estoy demostrando que soy un cantautor que no dejo de aportar. En vez de tenerme algo más de respeto y de apoyo, en ciertas emisoras no estoy. Aunque no es algo que me frustre, todo lo contrario. Estoy acostumbrado a los callejones sin salida y me motiva. Le pese a quien le pese, la buena música, si eres constante y tienes un buen directo, va a prevalecer. Lo importante es que el talento no se agote y el mío no se agota.

–¿Hay que ponerle algún pero a las redes?

–Prostituyen mucho al artista. No tiene que ser un mono de feria todo el día mostrando lo que está haciendo, ¿por qué? Eso ¿en qué influye en el arte que hace? Yo creo que influye negativamente, porque pierde el tiempo y se convierte en algo más superficial. De todos modos, yo como artista humilde e independiente tengo que subirme al carro de mostrar contenidos, es la única guerra en la que puedo estar.

–Sin embargo, ¿ha hablado de democratización?

–Claro. También dan independencia, hago la música que quiero y cuando quiero, también a la hora de dirigir mis pasos, qué discurso mantienes... eso sí está bien, pero el ser manager, secretaria, diseñador, productor, etc. son muchos papeles y trastorna muchísimo.

–También ha manifestado que los inconvenientes son estímulos...

–Sí, porque me tengo que sentir orgulloso de llevarlo todo y mantenerme en estado de forma total después de tantos años.

–¿Delegar es imposible?

–Me encantaría, pero el que se me ha acercado no me convence. Con el bagaje que tengo ya no me puedes cambiar la personalidad ni el estilo, aunque no me importaría repartir la tarta.

–¿Se considera un corredor de fondo?

–Para mí el secreto es la constancia. Me gusta mucho mi trabajo, pero sé lo que conlleva. Soy muy exigente conmigo mismo y me siento muy respetado por compañeros y por la gente. Para mí el éxito no va vinculado a los megustas ni a la imagen, sino a dedicarte a lo que quieres.

–Un privilegiado entonces...

–Por supuesto que sí. Nadie me ha dado nada, lo he conseguido yo a base de esfuerzo y de talento.

–¿Y cómo se sobrelleva el éxito?

–Yo estoy muy normalizado. Me conocen pero me molestan poco. Me gusta que la gente se emocione con mi trabajo, a fin de cuentas la música es una medicina para el alma.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios