"Como inversor y en el fútbol supe controlar las emociones"

Juan Gutiérrez Moreno, 'Juanito' | Entrenador de fútbol

"Como inversor y en el fútbol supe controlar las emociones" / Belén Vargas

Tercero de cuatro hermanos de una familia aficionada al fútbol, Juan Gutiérrez Moreno, Juanito, (Cádiz, 1976) empezó a jugar en las calles de La Laguna. Perteneció a la cantera del Cádiz CF hasta que le surgió la oportunidad de fichar por el filial del Betis, "un equipo que te atrapa". Se confiesa más bético que cadista, aunque son amores compartidos de clubes con aficiones de sentimiento, como la del Atlético, donde militó también. Esta temporada entrenó en Bélgica. Decidió invertir en Bolsa tras estudiar los mercados, de los que ahora está fuera, pero no descarta volver.

-¿Cuándo empezó a interesarse por la economía?

-He sido un futbolista que he tenido otras motivaciones. Siempre me interesó leer libros, la actualidad o la política... Ante la necesidad de mover tu dinero, frente al modelo habitual del jugador que compra promociones inmobiliarias, a raíz de la crisis de Lehman Brothers empecé a prestar atención a los mercados. Primero investigando hasta tener más conocimiento para hacer mis primeras incursiones.

-Se informó mucho, ¿no?

-Sí. El primer año y medio sólo miraba. Intentaba comprenderlo todo, ver cómo funcionaba el mercado. Cometí errores en algunas de las primeras incursiones.

-¿Fue todo autodidacta?

-Sí, sí. Me informaba y leía mucho. Intentaba aprender de todos. De profesionales de los medios, del mundo financiero, pero también me fié mucho de personas que conocí en foros digitales de inversores particulares en Bolsa. Porque me daban una visión distinta. Tuve suerte también al invertir. Cuando cambió el mercado con las famosas palabras de [Mario] Draghi de que haría lo necesario para sostener la economía europea, tuve la suerte de ganar bastante dinero.

-¿Llegó a considerarse un trader?

-Etiquetarse es diferente para ti mismo. Siempre intentaba invertir al famoso largo plazo, comprando acciones interesantes que me pudiesen rentar en un futuro, pero una vez que entras en Bolsas eso es muy complicado. Cuando tienes posiciones, las miras cada día. Seguir la máxima de hacer crecer los beneficios y soltar las pérdidas suele ser difícil para los inversores particulares. Soportan las pérdidas con esperanza de recuperar y, sin embargo, las ganancias le queman en la mano y venden antes de tiempo y pierden dinero. Yo pude controlar bien ese tipo de emociones. En mi vida he sido frío y calculador en muchos aspectos. La paciencia es muy importante si te dedicas a la inversión en valores.

-¿Y los objetivos no?

-Los objetivos van cambiando. No te puedes aferrar a unas circunstancias concretas porque cambian.

-Los traders que tienen éxito tienen objetivos diarios.

-Yo he hecho cosas diferentes y me ha ido bien. No quiere decir que tenga la llave del conocimiento ni mucho menos. Intento operar con valores con una trayectoria, con una deuda más sostenida o con una capacidad de mercado importante. Y muchas veces hago lo contrario. A veces entré en acciones que estaban a la baja tras una gran caída pero con potencial de recuperar su valor previo. Intenté promediar esas bajadas y al final cuando se recuperan te dan grandes beneficios. En cambio, creo que con los famosos chicharros corres el riesgo de perderlo todo.

-¿Le influyó como inversor haber sido deportista?

-Siempre influye. Mis capacidades como inversor en Bolsa van ligadas a mi carácter como persona. Soy tranquilo, adapto mi metódica al cambio. Tuve la tranquilidad de no tomar decisiones impulsivas. En Bolsa es importante controlar emociones que en el fútbol, por ejemplo, pude controlar.

-¿Influyó tener tiempo?

-Si al final vas a ser trader y vas a estar muy pendiente del mercado, es muy difícil compartirlo con un trabajo. Por ejemplo, el mío de ahora de entrenador de fútbol, porque se solapa con las horas del mercado. Si lo haces con menos dedicación, como hice yo, no necesitas estar todo el día.

-¿Y la experiencia como inversor le ha cambiado como entrenador, que va más allá de lo táctico?

-Ser entrenador es ser un gestor de emociones, en este caso grupales. Y mis inversiones siempre fueron individuales. Llegué a pensar, dado que me iba bien, que podría crear un grupo de inversores amigos, pero no quise tomar ese riesgo, porque sé que puedo fallar.

-De hecho, ahora no tiene ninguna inversión, ¿no?

-Ahora no tengo. Llevo dos o tres años fuera del mercado. Soy precavido. He visto que el mercado americano, que es predictor, lleva diez años en subida libre, y le veo techo. Vi el momento de salirme. Cuando haya una pequeña crisis, no un crac como en 2008, estaré preparado para volver.

-¿Hay más riesgo de inversor o de entrenador?

-Es una buena pregunta. Van ligados. La Renta Variable es una inversión de riesgo. Ahora sólo ganan dinero los gestores y los brokers, que ellos nunca pierden. Es algo que aún no entiendo de las finanzas, que haya comisiones ganes o pierdas.

-Y en el fútbol, ¿cree que existe una burbuja?

-Sí, la hay. En el mundo capitalista, y el fútbol también lo es, se basa en la obtención de resultados y en un beneficio recurrente cada vez más elevado. Al deporte han llegado inversores que eran ajenos al fútbol pero tienen mucho dinero y han disparado el mercado. Desde el pase de Neymar al PSG, un fichaje de 100 millones parece barato y hace siete años era una barbaridad.

-¿Y se pinchará?

-Se pinchará si llega el momento en el que no se mueva el dinero. Si no hay flujo sí puede estallar.

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