Tras muchos años en el mundo de la consultoría como ingeniera agrónoma, Gloria Díaz ha fundado una empresa que se dedica a alquilar cármenes granadinos y viviendas de lujo para viajeros y turistas. Lleva diez años en el sector del turismo. Dice que su empresa ha apostado por un turismo regenerativo, respetuoso con el lugareño y hospitalario con las causas que lo necesiten. Comenta que el turismo consciente y de calidad es un deber más que un placer. Para ella no hay nada mejor que recibir a un cliente con una sonrisa y hacer que se sienta atendido en todo momento.

–Su empresa se dedica a alquilar cármenes granadinos a turistas. Antes que nada, ¿qué es un carmen?

–Es una vivienda urbana típica y exclusiva de Granada que cuenta con un espacio verde anexo y jardín. Antes había también un huerto. Parafraseando a Soto de Rojas, es un “paraíso cerrado para muchos y un jardín abierto para pocos”, de ahí lo exclusivo de poder hospedarse en uno de ellos. Hace poco hemos abierto el carmen donde vivió el pintor Apperley, que ya se puede alquilar y que asombra por su ubicación y decoración.

–¿Y cómo se ha movido últimamente el mercado turístico en estos paraísos cerrados para muchos?

–No muy mal del todo, teniendo en cuenta lo que estamos pasando con la pandemia. Los propietarios que alquilan estos inmuebles han revalorizado la impresión autóctona que sus huéspedes se llevan de Granada, sobre todo si desde sus pequeños paraísos han podido disfrutar de la inolvidable vista de La Alhambra.

–¿Qué normas deben cumplir estos establecimientos para que puedan ser alquilados?

–Se someten a lo reglado para alojamientos de viviendas con fines turísticos, cuya normativa es menos restrictiva que para los apartamentos turísticos. El propietario accede de manera fácil a este régimen de gestión una vez inscrito su inmueble en el registro de Turismo. Todas las habitaciones deben tener tanto aire acondicionado como calefacción, debe haber botiquín, deben explicar las normas de funcionamiento de los aparatos eléctricos… Cuantos más detalles encuentre el huésped mejor será su valoración.

–¿Cuánto debe pagar un viajero que quiera, por ejemplo, pasar un mes en un carmen granadino?

–Bueno, depende. Un carmen con piscina, situado en el medio-bajo Albaicín en el mes de junio tiene un precio muy superior al mismo inmueble en el mes de enero, por ejemplo. También hay que contar con el número de huéspedes que se alojen. Pero puedo asegurar que ronda por persona, en el caso de la tarifa más cara, lo que se paga por la estancia en un hotel por día. Y si se alquila por un mes se abarata mucho el importe.

–¿Dígame el perfil de las personas que ocupan estas viviendas?

–Por lo general, los huéspedes de estas estancias tienen un poder adquisitivo medio-alto. En todo caso creo que parejas, amigos o familias tienen un propósito: enamorar a los acompañantes conviviendo en un lugar exclusivo.

–¿Suelen ser muy exigente el cliente que alquila un carmen?

–No más que ningún otro huésped de otros apartamentos. Admito que existen huéspedes de lo más variopintos. A veces, no concuerdan sus exigencias con el precio de la estancia. Sin embargo, el porcentaje más alto de los viajeros son generosos en sus comentarios y su experiencia es absolutamente satisfactoria.

–¿Los alquilan más turistas nacionales o internacionales?

–Antes de la pandemia el 90 % de los huéspedes eran extranjeros. Ahora, lógicamente, el viajero es más nacional.

–La pandemia también está cambiando la forma de viajar.

–Efectivamente. Ahora parece que el viajero siente anhelos de vivir emociones que le dejen una huella indeleble. Busca vivencias inmersivas e integrarse con el estilo de vida, cultural, histórico, artístico y gastronómico de las ciudades de destino. Nosotros apostamos por ese tipo de viaje, por ese perfil de viajero: aquel que es respetuoso con el lugareño y sus costumbres, que es consciente de las necesidades ecológicas y sociales, y que viaja teniendo en cuenta todos esos factores para dejar la mínima huella negativa en el planeta. El turismo consciente y de calidad es un deber más que un placer.

–Su empresa también gestiona apartamentos turísticos de lujo. ¿Qué valor añadido recibe el propietario?

–Tenemos un volumen considerable de inmuebles en gestión en los lugares más emblemáticos de Granada. En realidad, el servicio congrega una serie de labores que serían muy costosas en tiempo y dinero para el propietario, como posicionar su inmueble en las plataformas de internet, hacer un seguimiento del mismo, impulsarlo a que lo mantenga, gestionar las entregas de llaves, la limpieza y los detalles para cada huésped.

–Me imagino que este tiempo de restricciones no está ayudando.

–Todos los dedicados al sector turístico padecemos cualquier noticia que restrinja la posibilidad de viajar. El Covid ha impuesto sus restricciones y quizás de ahí el éxito exponencial de este tipo de producto: convivir protegiendo la intimidad a la que nos hemos visto obligados. En marzo del año 2020 tuve que tomar una decisión importante: abandonar o continuar. Elegí seguir con mi equipo, con mis amigos y con los propietarios que quisieran continuar. Apostamos y tengo la sensación de haber conseguido el propósito: ser un referente.