El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, asegura que de cara a 2012 no contempla ninguna "otra posibilidad" que un tercer mandato del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. En una entrevista con Europa Press, Blanco admitió que puede haber quien tenga dudas sobre este asunto, pero puntualizó que "desde luego, él no las alimenta y el Partido Socialista tampoco".

El dirigente socialista señaló que, aunque él habla "mucho" con Zapatero, no le ha planteado la cuestión de su continuidad porque no le corresponde a él "tomar la iniciativa". "Pero reitero, conociendo al partido, no contemplo otra posibilidad, otra cosa distinta a que Rodríguez Zapatero sea el candidato", remachó.

El propio jefe del Ejecutivo afirmó la semana pasada, en su balance del año ante los periodistas, que en este momento está dedicado a combatir el paro y que no dedica "ni un minuto" a pensar en la candidatura de 2012. Zapatero calificó este asunto de "absolutamente menor" y sin "ninguna importancia" y apostilló que "no va a ser tema de debate".

Su 'número dos' en el partido quiso abundar en la idea de que en el PSOE "no hay ninguna duda, ninguna inquietud" en relación a la continuidad del presidente, ni tampoco hay sensación de que la falta de confirmación añada incertidumbre a la "única preocupación" de los socialistas: "anticipar la salida de la crisis y crear empleo".

Blanco incidió además en que el secretario general del PSOE no está "retrasando" su anuncio, sino que lo dirá "cuando toque", que es "cuando se convoquen las elecciones y no antes". "Que yo sepa en 2006 o 2005 no confirmó que sería candidato en 2008, se confirmó unos meses antes", argumentó.

A su juicio, Zapatero no sólo será el candidato en 2012, sino que ganará las elecciones, a pesar de que en este momento las encuestas le den la espalda al PSOE. Debido a la crisis, consideró normal que entre sus votantes tradicionales --jóvenes, trabajadores-- ahora haya "incertidumbre", pero se declaró "tranquilo" porque el Gobierno "va a sacar al país de la crisis y lo hará sin añadir costes sociales a la factura" y eso lo valorarán los ciudadanos.

"Si las elecciones se ganaran por las encuestas Rajoy estaría en su segundo mandato, pero las elecciones se ganan en las urnas", defendió Blanco. Según dijo, las encuestas hay que "tenerlas presentes" pero para las elecciones hay que "esperar a que llegue el momento".

"En 2012 se juzgará también a la oposición"

"Cuando superemos las dificultades los ciudadanos podrán evaluar quién ha defendido el interés general del país, quién ha garantizado la cohesión y quién ha eludido todas las responsabilidades con el objetivo único de desgastar al Gobierno para ganar su camino hacia la Moncloa", opinó Blanco, avisando de que en 2012 "se va a juzgar al Gobierno, pero también se va a juzgar a la oposición".

En este sentido, opinó que el presidente del PP, Mariano Rajoy, ha concluido que "sólo puede ganar las elecciones a lomos de la crisis", después de haberlas perdido dos veces. Para Blanco, "la única petición que hizo Rajoy a los Reyes Magos es que continúe la crisis para poder seguir él hasta 2012".

"Con Rajoy no se puede contar"

Por eso, consideró que "no se puede contar con él ni con su partido para impulsar la recuperación", algo que a su juicio se demostró en la Conferencia de Presidentes autonómicos de diciembre y, además, afeó a la oposición que haya "renunciado" a intentar ganar las elecciones con "propuestas de futuro". 

"Su plan es simplemente que la inercia del malestar de la crisis le lleve a la Moncloa sin hacer nada para merecerlo, sin comprometerse a nada, limitándose permanentemente a atizar el fuego para agravar cualquier problema en lugar de ayudar a resolverlo", apuntó.

En ese sentido, sostuvo que Rajoy no ganará las elecciones, porque la gente "vota expectativas de futuro", no "por ganas de desquite" y en el líder del PP "no hay nada" "que despierte ilusión, que sea positivo" o "que suene a futuro". Para Blanco, "Rajoy es cualquier cosa menos una expectativa estimulante de futuro".

El dirigente socialista se mostró convencido de que, en este momento, sólo a Rajoy le preocupan las próximas elecciones -"está empecinado en demostrar que no hay dos sin tres", ironizó-, mientras que Gobierno y ciudadanos coinciden en estar preocupados "por el empleo y la economía".

Y por eso, porque el PP tiene la vista puesta en 2012, lo que hace es tratar "permanentemente de quedar bien con todo el mundo" y para ello "dicen una cosa y la contraria", aunque "al final se les acaba notando". A eso atribuyó también el que el PP, en casos como el secuestro de los cooperantes en Mauritania, pidan al Gobierno que haga "lo que tenga que hacer" y al mismo tiempo haga declaraciones sobre no negociar con terroristas que pueden "poner trabas" porque "no vienen al caso".

A su juicio, los dirigentes del PP han "demostrado" que no quieren "que la economía y el empleo se recuperen mientras Zapatero siga siendo presidente del Gobierno" y por eso intentan "obstaculizar permanentemente cualquier decisión que pueda anticipar la recuperación y la salida de la crisis" aunque "a veces traten de disimular".