La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Sánchez aguanta más que el telexto
Instituciones Penitenciarias destituyó a la dirección de la cárcel Madrid I, en Alcalá Meco y suspendió de empleo y sueldo a dos de sus funcionarios por "comportamientos inaceptables". Una de las líneas que se están investigando es si algunos trabajadores de la prisión pudieron mantener relaciones sexuales consentidas con varias internas a cambio de favores. Por el momento no hay ningún indicio de que estos favores sexuales se produjeran a cambio de drogas, en cuyo caso Prisiones hubiera puesto el caso en conocimiento del juez y permanece al cargo del centro un inspector.
Fuentes del departamento que dirige Mercedes Gallizo informaron que se abrió una investigación para depurar responsabilidades y ver hasta dónde llegan estos comportamientos inaceptables, que han sido "cortados de raíz". Asimismo, señalaron que son "individuales y no afectan a la generalidad" de los funcionarios que atienden a las más de 600 presas del centro.
Al parecer, dichas indagaciones comenzaron a finales del año pasado tras tener conocimiento de presuntas irregularidades dado que la Inspección Penitenciaria detectó que un funcionario abrió las celdas de dos internas y compartió varias horas con ellas. También se descubrió que varios trabajadores introducían y consumían alcohol en el centro, lo que les impedía realizar sus funciones con la profesionalidad debida.
Ante lo ocurrido, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, explicó cómo "los propios funcionarios de Alcalá Meco son los que han aportado esos datos" y defendió que "se trata de comportamientos que afectan a una exigua minoría de funcionarios". "Los centros no tienen problemas de convivencia y que se trata de un hecho excepcional", zanjó.
El PP anunció que solicitará la comparecencia en el Congreso de la directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, para que explique bien los hechos, tal y como afirmó la portavoz popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría. Asimismo, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, consideró que el Ministerio del Interior "ha hecho lo correcto" en el supuesto caso de intercambio de favores entre presos y funcionarios, ya que estos hechos, en caso de confirmarse, son de "extrema gravedad".
A pesar de estos comportamientos individuales, el Centro Penitenciario Madrid I funciona con absoluta normalidad y la Administración Penitenciaria constató que seguirá manteniendo la más estricta exigencia en el cumplimiento de las normas y de la profesionalidad en el trabajo de los funcionarios.
Uno de los suspendidos abandonó su puesto y fue a comprar alcohol en Nochevieja
La suspensión de uno de los dos funcionarios de la cárcel de Alcalá Meco se debería a que el trabajador abandonó su puesto en la noche de Nochevieja para salir de prisión durante unas horas y adquirir alcohol, que posteriormente consumió con otros compañeros dentro de la cárcel, según informaron fuentes cercanas a la investigación.
Al parecer, existen pruebas que demostrarían que este funcionario abandonó la prisión en plena noche a bordo de su coche. Asimismo, se podría acreditar que para ello abrieron el portón que permite la salida del auto, repitiéndose el mismo procedimiento tiempo después, una vez se había aprovisionado de la bebida.
Sólo el abandono de servicio ya es considerado como una falta muy grave dentro del reglamento penitenciario y sería suficiente para la suspensión de empleo y sueldo a la que ha sido sancionado por la Secretaria de Instituciones Penitenciarias. Además, las fuentes consultadas confirmaron que tanto este funcionario como algunos compañeros estuvieron celebrando la Nochevieja hasta el punto de no poder desempeñar su función con la profesionalidad debida.
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