Feijóo revalida la absoluta

Elecciones gallegas

El PP gana las elecciones con 41 escaños, el PSdeG consigue 18, la coalición AGE de Xosé Manuel Beiras, entra con fuerza con 9 escaños y el bloque nacionalista BNG consigue 7.

Feijóo revalida la absoluta
Feijóo revalida la absoluta
Sara Barderas/Dpa

21 de octubre 2012 - 20:36

El líder del Partido Popular (PP) en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, dio oxígeno a Mariano Rajoy con su victoria, con una mayoría absoluta ampliada, en unas elecciones autonómicas intepretadas en clave nacional como una prueba al jefe del Ejecutivo español en medio de la ola de recortes que está aplicando en una España en crisis.

El PP no sólo revalidó la mayoría absoluta de 38 diputados que tenía en la última legislatura, sino que la amplió a 41 en estos tiempos de ajustes y políticas de austeridad, en los que él fue pionero tras ganar las elecciones de 2009. "No es habitual que en una crisis como ésta un gobierno reciba un apoyo como el que hemos obtenido en esta jornada", dijo un exultante Feijóo en la comparecencia ante la prensa en la que por la noche celebró el resultado electoral.

En ella se refirió expresamente a Rajoy y a su gestión, interpretando él mismo los resultados gallegos en clave nacional. "Si los ciudadanos no entendieran que pese a las dificultades y los esfuerzos se está gobernando con responsabilidad, esta victoria hubiera sido impensable", aseguró.

Feijóo, de 51 años, revalida su mandato por cuatro años y mantiene en manos del PP la comunidad autónoma, de casi 2,8 millones de habitantes, tierra natal de Rajoy y uno de los feudos tradicionales de la formación conservadora.

Con este triunfo se posiciona además como posible sucesor de Rajoy en un futuro, después de haberlo sido ya en Galicia del mítico Manuel Fraga, muerto este año y para quien tuvo unas palabras de recuerdo en su comparecencia. Además, en las novenas elecciones autonómicas gallegas ha conseguido convertirse en uno de los pocos gobernantes europeos que resiste al efecto de la crisis en las urnas, tras una campaña electoral en la que evitó como pudo contagiarse del desgaste de Rajoy por su gestión de la crisis económica, reduciendo las apariciones conjuntas a la mínima expresión y quitando las siglas del PP de su cartel electoral.

Los socialistas (PSG-PSOE), que aspiraban a evitar una mayoría absoluta del PP y pactar con los nacionalistas gallegos de izquierda un gobierno de coalición, se hundieron: obtuvieron 18 diputados, siete menos que en las elecciones de 2009. Estos resultados son un duro golpe que también podría afectar al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien tras la debacle electoral frente a Rajoy en las elecciones generales de hace un año -obtuvo los peores resultados en la historia del partido- no ha logrado recomponer a la formación opositora.

Los nacionalistas de izquierdas del Bloque Nacionalista Galego (BNG), que tradicionalmente han sido la tercera fuerza gallega, cayeron a siete diputados, frente a los 12 con los que contaron en la última legislatura, y se convirtieron en la cuarta fuerza gallega. La tercera en el nuevo Parlamento será una coalición de la que forma parte una escisión de ese partido, Alternativa Galega de Esquerda (AGE), que irrumpe con nueve diputados.

Feijóo consiguió su primer triunfo electoral en Galicia en su primer intento, cuando en 2009 recuperó la Xunta para el PP, tras cuatro años de gobierno en coalición entre socialistas y BNG. Contra esa posibilidad fue contra la que luchó en esta ocasión. Lo ajustado de algunas encuestas dejaba abierto un resquicio a una pérdida de la mayoría absoluta que posibilitase la reedición de una alianza similar.

Pero la jugada de adelantar los comicios le salió bien. Estaban previstos inicialmente para dentro de cinco meses y Feijóo temía una sangría de votos por el rescate europeo al que parece que España va abocada y por los presupuestos gallegos para el año que viene, que presentará ahora después de las elecciones y que serán los más austeros en la historia democrática de Galicia, continuando una senda de austeridad ya muy ensayada.

Licenciado en Derecho y gestor eficiente en algunos gobiernos de Fraga en Galicia, Feijóo fue uno de los primeros barones regionales del PP que comenzó a aplicar las políticas de austeridad que Rajoy aplica en toda España desde que asumió la presidencia del gobierno en diciembre de 2011.

Nada más llegar a la Xunta sacó la tijera: redujo consejeros y asesores, fusionó departamentos, restringió la financiación pública de medicamentos, pasó a cobrar por la tarjeta sanitaria, hasta entonces gratuita, y dejó de financiar libros de texto. Recortó prestaciones sanitarias, educativas y servicios sociales, y consiguió contener el déficit mucho más que otras regiones. El déficit gallego está bajo control, pero el desempleo en esta región, con una población envejecida y de la que los jóvenes siguen emigrando, ha subido del 12,4 por ciento que había en 2009 al 21,1 por ciento, la cifra más alta de su historia reciente, aunque queda por debajo de la desorbitada media española, del 24,63 por ciento.

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