DIRECTO Jueves Santo en Sevilla, en directo | Semana Santa 2024

El tiempo El tiempo en Sevilla para el Jueves Santo y la Madrugada

Aniversario de la victoria electoral de 1982

De Felipe González a Pedro Sánchez: 40 años de PSOE

Zapatero, González y Sánchez, en un acto del partido

Zapatero, González y Sánchez, en un acto del partido / Efe / Luca Piergiovanni

Cuarenta años después de la primera victoria electoral de Felipe González el 28 de octubre de 1982, España ha visto pasar por la Moncloa a tres presidentes socialistas que han dejado avances sociales y momentos históricos, pero también crisis internas y casos de corrupción.

La historia reciente del PSOE en estos últimos cuarenta años ha estado marcada por las luces y sombras de los sucesivos gobiernos socialistas y por la vida interna del partido, casi siempre agitada.

Avances sociales

Fue el PSOE de González (1982-1996) quien abrió la puerta a la sanidad pública universal. Durante su mandato se aprobó la despenalización del aborto y tuvo lugar la apertura definitiva a Europa con la entrada en la Comunidad Económica Europea.

La incorporación de derechos continuó y es posible que Zapatero (2004-2011) pase a la historia como el presidente que permitió el matrimonio entre personas del mismo sexo, en un periodo en el que también vieron la luz la ley de dependencia, la ley antitabaco, la ley integral de medidas contra la violencia de género o la ley de memoria histórica, que acaba de reformar el Ejecutivo de Pedro Sánchez.

El nombre y la imagen de Pedro Zerolo quedan ya en las retinas como símbolos de los Gobiernos de Zapatero, que hizo suyo el sello de la igualdad. Zapatero encabezó el primer gobierno paritario y también el primero de la democracia española con más mujeres que hombres.

Y Sánchez (2018 a la actualidad), al frente del primer Gobierno de coalición en España con Unidas Podemos, presume de ser el impulsor de medidas como el ingreso mínimo vital, la ley de eutanasia, la de cambio climático y transición energética o la ley trans. Aunque ésta no sin dificultades y terremotos internos y todavía pendiente de aprobación en el Congreso de los Diputados.

Crisis y casos de corrupción

Si la cara de los gobiernos socialistas son los avances sociales, la cruz la tienen las crisis económicas y los casos de corrupción, detonantes de la derrota del PSOE en las urnas.

Los casos de corrupción más sonados han sido el de Filesa, en tiempos de González, sobre financiación irregular del partido, y más recientemente el de los ERE, por el que el Tribunal Supremo condenó a los expresidentes andaluces del PSOE Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

Junto a la corrupción, la crisis económica fue el talón de Aquiles de González, que afrontó tres huelgas generales, motivadas entre otras causas por el recorte en las prestaciones del subsidio de desempleo.

Otra crisis económica, la de 2008, acabó con el segundo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero entre protestas por impopulares medidas como la congelación de las pensiones o la reforma laboral.

Sánchez sortea, por su parte, dos graves crisis que se han solapado, consecuencia de la pandemia y de la invasión rusa de Ucrania, con un crecimiento de la inflación desconocido desde los años 70.

De los GAL al fin de ETA

Una de las páginas oscuras en la historia reciente del PSOE tiene que ver con los GAL y la 'guerra sucia' contra ETA, durante la época de González.

Los políticos socialistas fueron durante años, al igual que los del PP, uno de los principales objetivos de ETA, que anunció el cese definitivo de su actividad armada el 20 de octubre de 2011, tras años de negociación con el Gobierno de Zapatero.

En el fin de ETA tuvo un papel destacado el entonces ministro del Interior y vicepresidente, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya fallecido y que sigue siendo uno de los políticos más queridos y respetados por sus compañeros de partido.

Vida interna

En la etapa de González había tensiones entre felipistas y guerristas, partidarios del primero y del que fuera su vicepresidente y amigo íntimo, Alfonso Guerra, que acabó dimitiendo por un caso de corrupción en el que estaba involucrado su hermano.

La sucesión de González al frente del PSOE enfrentó a Josep Borrell y Joaquín Almunia, que finalmente se hizo con las riendas del partido, mientras que Zapatero se impuso a otros tres candidatos: Rosa Díez, Matilde Fernández y José Bono.

Otra votación muy ajustada dio la victoria a Alfredo Pérez Rubalcaba frente a Carme Chacón.

Un de los episodios más traumáticos tuvo lugar en el Comité Federal del 1 de octubre de 2016. Sánchez fue forzado a dimitir como secretario general por no haberse abstenido en la investidura como presidente de Mariano Rajoy, como había decidido el grupo parlamentario.

Resurgió seis meses después aupado por la militancia tras ganar unas primarias frente a una de sus grandes enemigas políticas, Susana Díaz, y Patxi López.

Rivales y aliados

El gran rival del PSOE ha sido el PP, especialmente con líderes como José María Aznar y Mariano Rajoy, a quien Sánchez logró desbancar del Gobierno en 2018 mediante una moción de censura.

Los aliados, sin embargo, han ido cambiando. González no necesitó a otros partidos en sus tres mayorías absolutas, pero en el cuarto y último mandato se apoyó en nacionalistas catalanes y vascos.

Zapatero y Sánchez repitieron esta fórmula para poder ser investidos presidentes, sumando además a la ecuación a partidos independentistas como ERC en ambos casos y a EH Bildu en el último, aspecto muy cuestionado por dirigentes socialistas.

En el caso de Sánchez, la política del pacto es imprescindible en las Cortes y en el Gobierno, donde ha habido sonadas desavenencias con sus socios de Unidas Podemos, rivales electorales y aliados al tiempo.

Temas sensibles

Del famoso lema 'OTAN, de entrada no' de 1982, el PSOE pasó a pedir el sí en el referéndum de 1986 sobre la permanencia en la Alianza, de la que Sánchez es firme defensor.

También ha habido un giro respecto al Sáhara Occidental: ha pasado de defender la autodeterminación a apoyar el plan de autonomía de Marruecos.

Aunque el PSOE se define como republicano, el respeto hacia la monarquía parlamentaria pactada en la Constitución le hace evitar sistemáticamente el debate sobre el cambio del modelo de Estado.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios