El Gobierno y el Partido Popular consideran que Mari Mar Blanco, diputada del PP vasco y hermana del concejal de Ermua asesinado por ETA hace 15 años, es una buena candidata para sustituir a Maite Pagazaurtundua al frente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, según informaron a Europa Press fuentes populares.

Aunque aún no hay tomada una decisión definitiva, el Ministerio del Interior que dirige Jorge Fernández Díaz ve con buenos ojos esa candidatura, un relevo que se producirá previsiblemente en el mes de septiembre.

Mari Mar Blanco, presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, tuvo un papel político cada vez más activo, especialmente desde que fue elegida diputada autonómica en las elecciones vascas de 2009. Ese protagonismo fue mayor estas últimas semanas con motivo de los actos del decimoquinto aniversario del secuestro y asesinato de su hermano.

Las fuentes consultadas aseguraron que en esta renovación al frente de la Fundación de Víctimas no se quiere prescindir de Pagazaurtundua, con la que hay una "buena relación". Así, se planteará a la hermana del jefe de la Policía Local de Andoain asesinado por ETA en 2003 que siga "colaborando" con la institución. Este cambio en la Fundación, que se producirá en septiembre, vendrá acompañada de modificaciones en el patronato y previsiblemente también en la vicepresidencia, un cargo que ahora ocupa Cristina Cuesta, que fue portavoz de la Fundación Miguel Ángel Blanco y de Covite.

En estos cambios se sitúa también el nombre de Ángeles Pedraza, actual presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), ya que se quiere que juegue "un papel importante" en la Fundación de Víctimas, aseguraron las mismas fuentes.

La Fundación de Víctimas del Terrorismo es una entidad sin ánimo de lucro creada en el año 2001 fruto del pacto antiterrorista firmado por PP y PSOE. Según figura en sus estatutos, su finalidad es "promover y divulgar los valores democráticos, la defensa de los derechos humanos, la pluralidad y la libertad de los ciudadanos", además de ser "un vehículo útil de consulta para una mejor comprensión de la situación del colectivo de víctimas del terrorismo en España".

La primera presidenta de la Fundación fue Ana María Vidal-Abarca, una de las fundadoras del primer colectivo de víctimas, la AVT. Vidal-Abarca abandonó el cargo en 2005 como consecuencia de desacuerdos con la deriva de la Fundación y fue sustituida por Maite Pagazaurtundua.

El patronato de la Fundación está integrado por representantes de la Administración y a la vez cuenta con el apoyo de numerosos mecenas y colabora con prácticamente todas las asociaciones y colectivos de víctimas que actúan en España. Su financiación es mixta, de manera que parte de su presupuesto procede de subvenciones estatales y la otra mitad de donaciones de empresas y entidades privadas.

En la actualidad, el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez es el presidente de honor y Cristina Cuesta ocupa la vicepresidencia, tras ser designada por el Patronato en enero de 2011.

La Fundación trabaja para prestar la necesaria ayuda asistencial a las víctimas y funciona de enlace entre todas las asociaciones y colectivos. También realiza numerosos estudios sobre la situación del terrorismo y puesta en marcha campañas de concienciación de la ciudadanía.

Las iniciativas de los últimos años fue la coordinación del trabajo de todas las asociaciones que culminó con un documento que recoge las bases para un fin de ETA. También desarrollaron un programa para llevar la voz de las víctimas a colegios vascos.