El PSOE crece pero el bloque PP, Cs y Vox roza la mayoría
Encuesta elecciones generales
El partido de Pedro Sánchez sería el más votado en unas generales aunque dependería de los nacionalistas para gobernar
Pablo Casado consolida a los populares al frente de la derecha
El bipartidismo despunta al comienzo de la carrera electoral en detrimento de la llamada nueva política. PSOE y PP lideran de modo destacado la intención de voto de los españoles en el caso de que hoy se celebrasen las elecciones generales, mientras que Unidos Podemos y Ciudadanos rebajan su atractivo ante el electorado, sintiendo de cerca el aliento de Vox, que continúa su tendencia al alza. Estos elementos explican la casi mayoría absoluta del centroderecha (48,6%), liderada por el partido Pablo Casado.
Con un 27,6% de los apoyos, el PSOE sería el partido más votado si los comicios se disputaran hoy. Sin embargo, el progresivo desgaste que sufre Podemos reduciría el porcentaje de votos del bloque de la izquierda al 40,3%, casi nueve puntos por debajo del trío conservador-liberal. Pedro Sánchez necesitaría por tanto el respaldo de los partidos nacionalistas y de las formaciones independentistas para poder alcanzar la Presidencia del Ejecutivo.
Éstas son algunas de las lecturas que ofrece la sexta oleada del Clima Social elaborado por Metroscopia para este periódico. El sondeo se realizó entre los días 11 y el 13 de febrero a partir de 1.995 entrevistas telefónicas efectuadas en toda España.
Las respuestas de los encuestados se producen con las primeras medidas del Gobierno de PP y Cs y el apoyo de Vox en Andalucía, las polémicas negociaciones del gabinete de Pedro Sánchez en Cataluña y, en parte, el rechazo del Congreso a los Presupuestos Generales del Estado. Este sondeo se elaboró en un periodo no electoral. Por ello ha de ser interpretada como una cata de la opinión pública y no la predicción de unos resultados electorales.
El PSOE de Pedro Sánchez llega al 27,6% de los apoyos
A pesar de las críticas recibidas por intentar acordar los Presupuestos Generales del Estado con los partidos catalanes, Pedro Sánchez llevaría al PSOE a ganar las elecciones generales si se celebrasen de modo inmediato con un 27,6% de los apoyos. Este respaldo supone un incremento de casi cuatro puntos con respecto al sondeo del mes de enero y cinco puntos en relación a los votos obtenidos en las últimas elecciones legislativas de 2016.
El PSOE aventajaría en más de siete puntos al PP, su inmediato perseguidor. El descenso en intención de voto de Unidos Podemos puede estar detrás de esta alza socialista, a cuyas filas iría a parar un segmento del 19% de votantes de la formación morada que se muestra dispuesto a apoyar ahora al PSOE. Los socialistas registran la mayor fidelidad entre sus electores: casi siete de cada diez ciudadanos que los votó en 2016 volverían a hacerlo ahora.
Su capacidad de atracción respecto a las demás fuerzas se vería también aumentado, de modo que, además del notable trasvase entre los votantes de Podemos, ganaría seis puntos de quienes apoyaron a Ciudadanos en 2016 (del 2% al 8%).
El efecto Pablo Casado aúpa al PP
El PP, por su parte, nota después de nueve meses el efecto de Pablo Casado, liderando con claridad el bloque de la derecha. Su distanciamiento con respecto a Ciudadanos abre en estos momentos una sustancial brecha de cinco puntos, más por el descenso de la formación naranja que por su leve subida en la intención de voto (20,5%).
Aunque lejos del 33% que logró Mariano Rajoy en las elecciones de 2016, el PP tendrían en su mano revalidar un Gobierno si repitiera el patrón de la investidura en Andalucía. En los populares, sin embargo, persiste la escasa fidelidad de sus votantes registrada en enero (42%) y el mismo sustancial trasvase de apoyos hacia Vox (21%) y Ciudadanos (11%).
Es llamativo el descenso de la formación de Albert Rivera en el actual sondeo, que pasa de acechar la hegemonía de la derecha de enero a sucumbir al 15,4% de los electores después de perder más de dos puntos. En dos meses, además, reduce sus apoyos en más de cinco puntos desde su punto álgido del 20,5%.
Los cálculos electorales de Cs resultan particularmente complejos, ya que registra opiniones contradictorias de los encuestados. Junto al PP es el partido con un menor porcentaje de fidelidad (43%), pero, al miemos tiempo, es la diana más recurrente entre los votantes descontentos de las otras fuerzas.
Más acusada es la caída de Unidos Podemos, cuya crisis abierta a raíz de la desbandada de varios de sus líderes –con Íñigo Errejón como ejemplo más insigne– provoca en la formación morada un descenso de estimación del voto de 3,3 puntos con respecto a enero y un descenso total de más de siete puntos en arreglo a los votos obtenidos en las elecciones de 2016. La ausencia de Pablo Iglesias después de la paternidad puede estar vinculada a la crisis de una formación eminentemente personalista.
Línea ascendente de Vox desde octubre
Vox, por su parte, sigue su particular in crescendo. Es el único de los cinco partidos que mantiene una línea ascendente desde octubre –del 5,1% pasa al 12,7% en febrero–, arrebatando una porción de votos a Ciudadanos (del que se nutriría con un 13% de ex votantes) y otro notable segmento del PP (desde el que se fugaría un 21%).
La proyección de las estimaciones a unos resultado se antoja sin embargo equívoco. Cabe destacar que Vox sigue siendo el partido que más rechazo provoca entre los electores: un 48% afirma que nunca votaría a la formación de Santiago Abascal.
Una de las características del sondeo de febrero es la escasa movilización existente entre los encuestados. Sólo el 65% de los preguntados se abstendría de celebrarse hoy los comicios, casi cinco puntos más que en las elecciones de 2016.
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