Un grupo de unas 50 personas se concentraron ayer en el barrio de Argüelles de Madrid para realizar un escrache en las proximidades del domicilio del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, vigilados de cerca por la Policía, que les impidió el paso.

Los agentes impidieron a los concentrados, que habían sido convocados por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca en la parada del metro de Argüelles, abandonar la zona hasta que concluyó la protesta y se disgregaron en grupos de cinco.

Asimismo, cuatro jóvenes intentaron hacer otro escrache a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, aprovechando que inauguraba la nueva sede de Medialab-Prado en la antigua Serrería Belga, y la propia regidora les animó a que la siguieran. "Seguidme, seguidme", dijo.

"Sólo queremos recordarles cuál es la verdadera realidad que la gente vive fuera de estos palacios de cristal", señaló en declaraciones a Europa Press uno de los miembros del escrache.