Mariano Rajoy entró en la precampaña catalana con un llamamiento a la "mayoría silenciosa y silenciada" de esta comunidad, para que convierta "su voz en voto" y llene "las urnas de verdad" el 21 de diciembre. El presidente del Ejecutivo visitó Cataluña por primera vez desde que pusiera en marcha, con la autorización del Senado, las medidas al amparo del artículo 155 de la Constitución para responder al desafío secesionista y recuperar la legalidad en la comunidad, medidas que van a culminar con los comicios autonómicos.

Fue en Barcelona en el acto de presentación de Xavier García Albiol como candidato del PPC a la Generalitat, que el líder del PP aprovechó para defender, esta vez en la propia Cataluña, la adopción de las medidas tomadas para poner fin al "delirio" de los independentistas y aseguró que lo hizo tras haber "agotado todas las vías".

Rajoy, que prometió volver a Cataluña en al menos tres ocasiones más -al aceptar la invitación de Albiol de estar con él el día de su cumpleaños, el 8 de diciembre, y asegurar que acudirá también antes y después de esa fecha-, centró buena parte de su mensaje en advertir a los independentistas que no van a poder "silenciar" a su partido ni a sus votantes. Son, dijo, la "Cataluña valiente" a la que los separatistas "no han logrado callar aunque la única ley que quieran cumplir sea la del silencio".

Además, puso de relieve la figura de Albiol como un político "hijo de la Cataluña real, la Cataluña mestiza y abierta que ha plantado cara a los desmanes y abusos de los separatistas".

Con su mensaje a la mayoría "silenciosa y silenciada", Rajoy pidió que todos los votantes contrarios al procés acudan a la cita con las urnas que él mismo convocó, unos comicios que serán "limpios y legales para restaurar la democracia".

Acompañado de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, de los vicesecretarios del partido Javier Maroto y Andrea Levy, de la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, y del portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, el líder del Ejecutivo advirtió también de los efectos negativos que toda esta crisis está teniendo sobre la economía catalana. Por eso, rogó a todos los españoles que consumen productos catalanes que sigan haciéndolo, expresando su oposición a cualquier clase de boicot, y animó a las empresas afincadas en Cataluña a que se queden en la comunidad.

Según Rajoy, todos los sectores de la economía catalana "ya sufren" las "sectarias, divisorias y frívolas decisiones" de los independentistas y por eso es "tan urgente" una nueva etapa que evite mayores daños económicos y que impida que los catalanes tengan que pagar la "factura" de la "fractura".

La última vez que Rajoy estuvo en Cataluña fue en una reunión de la junta directiva del PPC, el pasado 15 de septiembre, en la que ya advertía de que los independentistas le iban a "obligar" a llegar donde él no quería, es decir, a la citada aplicación del 155.

Ahora, dos semanas después de poner este mecanismo en marcha y en su primera intervención en la carrera al 21-D, Rajoy señaló que éste es el "tiempo de recuperar afectos".