El secretario general electo del PSOE, Pedro Sánchez, baraja rodearse de referentes socialistas y de caras nuevas tanto en la Ejecutiva como en el grupo parlamentario, que cerrará previsiblemente en el congreso del próximo fin de semana, después del cual ya tiene cita con el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy.

Fuentes socialistas indicaron ayer que su idea es componer una dirección federal que combine la experiencia y la renovación, lo que implicará conjugar nombres de socialistas que hoy por hoy son referentes para la militancia con otros más desconocidos para la opinión pública, pero "muy preparados" para afrontar áreas concretas.

Entre los "referentes" de los que se habla está el presidente asturiano, Javier Fernández, una de las personalidades más respetadas dentro del partido; el ex lehendakari Patxi López, o la ex ministra de Defensa Carme Chacón.

Las nuevas caras en Ferraz podrían ser las de la andaluza Verónica Pérez -en la Ejecutiva- o la extremeña Magdalena Valerio -de portavoz parlamentaria-, de acuerdo con otras fuentes socialistas consultadas.

Verónica Pérez, sevillana, de 36 años, fue elegida hace ocho meses secretaria general del PSOE de Sevilla con un respaldo del 95%, en sustitución de la actual presidenta de la Junta, Susana Díaz, que por entonces acababa de relevar a José Antonio Griñán al frente del PSOE andaluz.

Podría entrar en un puesto relevante en la dirección federal, si bien la Secretaría de Organización podría estar reservada para un hombre -quizás otro andaluz, Juan Cornejo o Mario Jiménez-, siempre y cuando el presidente del partido sea una mujer, como se apunta, y si Sánchez prescinde de la Vicesecretaría General.

También se habla de Magdalena Valerio, jurista de 55 años que ha desarrollado su carrera política en Castilla-La Mancha, como nueva portavoz del grupo socialista en el Congreso, en sustitución de Soraya Rodríguez, de la que se habla para competir en las elecciones autonómicas de Castilla y León.

Eso mantendría al aún secretario de Organización, Óscar López, en la sede nacional de Ferraz, aunque en otro puesto, y también se da por hecho que repetiría Trinidad Jiménez, que sigue teniendo una "magnífica" relación con Sánchez desde que ambos trabajaron juntos en el Ayuntamiento de Madrid y para la cual, el nuevo líder reservaría un puesto destinado a las relaciones internacionales.

Según las fuentes consultadas, Sánchez mantendría en la Ejecutiva federal a la murciana María González Veracruz, que también trabajó con él en la Conferencia Política que el pasado noviembre diseñó el proyecto del PSOE para la próxima década. Diversas fuentes dan por seguro que el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, y el de los madrileños, Tomás Gómez, formarán parte de la ejecutiva federal.

Hay dirigentes que dan por seguro asimismo un relevo en la dirección de la delegación socialista en el Parlamento Europeo, que ahora preside Elena Valenciano, sobre todo tras el malestar entre algunos eurodiputados por tener que votar en contra del nombramiento del conservador Jean Claude Juncker como presidente de la Comisión Europea.

Desde el día después de ganar la consulta a las bases socialistas, Sánchez se ha visto con casi todos los barones territoriales y con otros socialistas, entre ellos los perdedores de aquella competición, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, con el fin de escuchar a todo el mundo a la hora de configurar la nueva dirección del PSOE.

Tras una primera tanda en persona, fuentes socialistas explicaron ayer que el líder electo ha comenzado una segunda ronda, básicamente de contactos telefónicos, para ir ultimando la Ejecutiva, de la que tiene intención de reducir el número de miembros, ahora cercano a los 40.

Un propósito que, tal y como recuerdan las fuentes, tienen siempre los secretarios generales recién elegidos, pero que casi nunca pueden llevar a cabo teniendo en cuenta los intereses de las distintas federaciones.