Valentín Lasarte, asesino de Gregorio Ordóñez, queda libre tras 19 años de condena

Consuelo Ordóñez ve injusta su salida de la cárcel, al tiempo que resta toda credibilidad a su arrepentimiento.

Valentín Lasarte, asesino de Gregorio Ordóñez, queda libre tras 19 años de condena
Valentín Lasarte, asesino de Gregorio Ordóñez, queda libre tras 19 años de condena
Agencias

Madrid / Vitoria, 16 de marzo 2015 - 09:56

El etarra arrepentido Valentín Lasarte, condenado a unos 400 años de cárcel por una decena de atentados, entre ellos colaboró en el asesinato del dirigente vasco del PP Gregorio Ordóñez, ha salido este lunes definitivamente de la cárcel de Zaballa, en Nanclares de la Oca (Álava), tras cumplir casi 19 años en prisión.

A las 08:25 el preso ha cruzado la puerta de la cárcel, donde le esperaba su pareja y madre de su hijo de corta edad. Ambos han subido a un coche ocupado por otra persona y han salido del recinto penitenciario. Lasarte ha quedado en libertad después de que la sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional aprobara el pasado 27 de febrero su licenciamiento al descontarle de la condena total las redenciones penitenciarias extraordinarias.

El ya ex preso participó en siete atentados mortales, en dos como autor material y en otros cinco como cooperador necesario. Apretó el gatillo la noche del 27 de julio de 1994, cuando se encontró casualmente con el empresario José Manuel Olarte, que cenaba con amigos en un restaurante de San Sebastián y, al reconocerlo, fue a su casa, cogió una pistola y volvió al local para asesinarlo. También fue el autor material de la muerte del jefe de la Policía Municipal de San Sebastián Enrique Nieto, perpetrado el 8 de julio de 1995, que falleció cuatro meses después tras una larga agonía. Además, colaboró y facilitó información en los asesinatos del empresario José Antonio Santamaría; del sargento de la Guardia Municipal de San Sebastián, Alfonso Morcillo; del presidente del PP de Gipúzcoa, Gregorio Ordóñez; del brigada del Ejército Mariano de Juan Santamaría, y del histórico militante socialista Fernando Múgica.

Fue condenado asimismo por otros atentados como el ametrallamiento del cuartel del Ejército del barrio donostiarra de Loyola (22 de mayo de 1995); el lanzamiento de dos granadas contra el Gobierno Civil de Gipuzkoa, en San Sebastián (19 de julio de 1995); el ataque al cuartel de la Guardia Civil en Arnedo, en La Rioja (17 de agosto de 1995) y el atentado contra la residencia de mandos del Ejército en San Sebastián en junio de 1998.

Lasarte fue uno de los primeros presos de ETA que aceptó un puesto de trabajo en la cárcel en contra de las consignas de la organización terrorista. Su alejamiento de la disciplina etarra se hizo evidente con su expulsión del colectivo de presos de ETA el 4 de enero de 2010.

Un año después, el 28 de enero de 2011 fue trasladado desde la prisión de El Dueso, en Cantabria, a la de Nanclares de la Oca, en Álava, donde entró a formar parte de la llamada "vía Nanclares", destinada a presos de ETA arrepentidos, que renunciaban a la actividad armada y que han mantenido encuentros con sus víctimas. Durante el juicio al etarra Juan Ramón Carasatorre, con el que participó en el asesinato de Enrique Nieto, pidió a ETA que se disolviera y abandonase las armas.

Antes de su excarcelación, Lasarte ya había disfrutado de varios permisos, y abonó pequeñas cantidades de dinero para afrontar las responsabilidades civiles derivadas de sus condenas. Durante esos permisos se le ha visto en compañía de su pareja y empujando un carrito de bebé en la localidad navarra de Lodosa, en cuyo cuartel de la Guardia Civil acudía a firmar sus permisos penitenciarios.

Consuelo Ordóñez ha considerado injusta la salida de la cárcel del etarra, al tiempo que ha restado toda credibilidad a su arrepentimiento al asegurar que jamás ha querido colaborar con la Justicia. Ordóñez ha criticado el excarcelamiento de Lasarte, quien ha permanecido casi 19 años en prisión, por su participación en siete asesinatos de ETA, entre ellos los del concejal del PP Gregorio Ordóñez y del dirigente del PSE Fernando Múgica.

La presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco, Covite, ha reconocido que no puede creer en el arrepentimiento de Lasarte cuando éste se niega a colaborar con la Justicia para esclarecer otros atentados de la organización terrorista.

"Éste es el único requisito que restaura y beneficia" a las víctimas, ha recalcado Ordóñez, quien ha recordado que, por ejemplo, en el caso del asesinato de su hermano aún no sabe quién dio la orden para matarlo o quién fue el que disparó. Ordóñez ha lamentado que la negativa de Lasarte a colaborar con la Justicia "no le pase factura" y que no le reste "ni siquiera un día" en la reducción de su condena.

Ha denunciado que la administración le conceda "el perdón administrativo" al imponer su supuesto arrepentimiento pese a saber de antemano que es "falso".

Ordóñez ha expresado su "falta de confianza" en el Estado de Derecho y en un "sistema judicial, policial, penitenciario y legislativo corrupto" que aplica "las leyes en beneficio de los etarras" con "negligencias intencionadas", mientras las víctimas sufren, a su juicio, una "indefensión total y absoluta". "No puede ser que en este país sea lo mismo matar a uno que a cinco que a mil" o que la persona que más años ha pasado en cárcel sea "un chorizo", ha denunciado Ordóñez, quien ha opinado que "todo" lo que pone en el Código Penal o en las sentencias es "mentira".

Ordóñez ha querido dejar claro que desea la reinserción de los etarras, pero la reinserción "de verdad", no la de alguien que "erige el silencio cómplice a la exigencia legítima de verdad" que demandan las víctimas del terrorismo.

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