Elecciones

Cuéntame cómo NO pasó

  • Huelva sigue en la frontera de muchas de las promesas que sucedieron al primer 'boom' del Estado del Bienestar. Compromisos de empleo e infraestructuras continúan colgados de la mitología electoral

En la nube de globos del PP, las canciones de Julio Iglesias ponían banda sonora a aquellos mítines que en 1996 enfilaron la victoria de Aznar en España, mientras el PSOE resistía en Huelva con tres escaños. En las trincheras de aquella campaña Carlos Navarrete sellaba en los titulares de prensa "la mejora espectacular" que había experimentado la provincia "con los socialistas", describiendo "una tierra en ebullición" que en los ochenta y primera mitad de los noventa vio nacer hospitales, centros escolares, la autovía de Sevilla, la carretera de la Sierra y un turismo emergente… Y en aquella revolución de la democracia, entre crisis, bonanzas y pulsos políticos, a menudo Huelva se quedó en la frontera de las promesas que sucedieron a esa primera eclosión del Estado del Bienestar.

Así, compromisos como el pleno empleo, planes de desarrollo para las comarcas deprimidas, apoyo a la diversificación industrial e infraestructuras de comunicación y transportes como el AVE, el aeropuerto, el desdoble de la N-435, la mejora de la Huelva-Zafra, la presa de Alcolea… se han ido reciclando dentro de la mitología de los programas electorales hasta toparse con este 20-N y un eclipse total: 80.000 parados en la provincia.

El empleo se ha convertido inexorablemente en el eje vertebrador de una campaña que aparte de buscar las recetas en el impulso a los sectores productivos tradicionales (agricultura, ganadería, pesca, reactivación de la minería…) y en los yacimientos de la innovación y la investigación, ve en las infraestructuras el gran salto cualitativo. En este punto coinciden todos los partidos. La diferencia está en las vestimentas ideológicas, y lo que el PSOE vislumbra como la agenda privatizadora y de recortes del PP, frente al desastre que acusan los populares en la gestión de esta crisis por parte de los socialistas.

En las actuales coordenadas, el PSOE da cuenta de avances administrativos que aproximan la ejecución de las infraestructuras eternamente prometidas en Huelva, si bien todo lo empaña la coyuntura económica. Pruebas de fe, pues, que vuelven a los programas electorales en este eterno retorno.

El aeropuerto es uno de los clásicos que han entrado en juego en la subasta electoral del próximo 20 de noviembre, de manos de los socialistas, que se comprometen a impulsarlo desde la Administración pública pero con inversores privados. Con distintos promotores, el aeropuerto -una accidentada aspiración que se remonta incluso a la época anterior al franquismo- lleva casi dos décadas coleando en los programas electorales de la provincia. En 1993, el PP incluía en su programa un "aeropuerto de tercer nivel". El PA lo llevó a la campaña de 2000 como propuesta estrella. Por esa época incluso el ministro de Fomento Arias Salgado (PP) llegó a anunciar que Huelva entraría en una red de pequeños aeropuertos en todo el territorio nacional, previsión a la que luego volvió a hacer alusión su sucesor Álvarez Cascos. Después del conato de los alcaldes del PP con la estrategia del Área Metropolitana, la Diputación y la Cámara de Comercio fundaron la Sociedad Promotora del Aeropuerto Cristóbal Colón que, de momento, es la que sigue abanderando la iniciativa a día de hoy, tras competir con el proyecto privado que presentó al Ministerio de Fomento.

Veinte años lleva Huelva esperando el tren de Alta Velocidad que traería el maná de la Expo 92, según anunció el alcalde socialista Juan Ceada. Desde entonces, el AVE ha sido fiel a su cita con los electores onubenses cada cuatro años, y hoy lo siguen abanderando PP y PSOE en sus programas, con la licitación de 96 kilómetros de vía pendiente y las obras de las infraestructuras ferroviarias de Las Metas esperando que el Ayuntamiento entregue a Adif los terrenos que faltan, mientras el arquitecto Rafael De-La Hoz diseña el edificio de viajeros. Es la segunda versión de la estación que recala en las elecciones generales, con el precedente en 2008 de la polémica torre de Calatrava, descartada por "su exagerado caché", esgrimieron desde el PSOE.

Otro de los compromisos que vuelve a los programas es el desdoble de la N-435, un proyecto que siempre ha tenido un marcado carácter socialista, puesto que el PSOE lo utilizó como fundamento de manifestaciones y propagandas contra el Gobierno de Aznar.

Queda también en la hemeroteca que en la campaña de 1996 irrumpió la Mesa Provincial por el Agua exigiendo que se ejecutaran "cuanto antes" las infraestructuras hidráulicas. A día de hoy, estos proyectos reivindicados durante décadas por los agricultores, siguen como asignaturas pendientes, empezando por la construcción de la Presa de Alcolea -cuya tramitación data de los tiempos de Felipe González- o la transferencia de Agua al Condado, que el socialista Javier Barrero anunció para 2005.

Llega a su final, pues, esta campaña vintage, después de tanto ruido y tan pocas nueces.

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