Perogrullo y el monologuista
el pego
La campaña es un nicho de frases que pretenden ser celebradas y acaban siendo despreciadas Los candidatos olvidan en sus guiones que el elector es más inteligente de lo que se creen
ADEMÁS de la hemeroteca, el principal enemigo de los candidatos en campaña es Perogrullo. Con la primera podemos saber, por ejemplo, que el vídeo de campaña que presentó ayer el PSOE se parece muchísimo a uno que lanzó el PP en 2008. Vamos, casi dos gotas de agua. El segundo, el principal surtidor del lapidario, consigue sacarnos una sonrisa a cualquier hora del día gracias a las ocurrencias de los aspirantes. Además de autores de grandes pegos y frases para el olvido encontramos en la lucha electoral a verdaderos aspirantes a entrar en el Club de la Comedia, a políticos que nunca se cansan de innovar el repertorio por muy malo que éste sea. Y como ayer fue jornada pródiga en frases felices y obvias vamos a rendirles homenaje.
Alfredo Pérez Rubalcaba, el hombre que hasta el próximo 20 de diciembre atesora el peor resultado de la historia del PSOE en España, compareció en un mitin en El Espinar (Segovia) para arengar a los suyos. El hombre que lo ha sido todo durante 30 años en el socialismo nacional pidió a sus conmilitantes que "traten de explicar a los indecisos por qué merece la pena votar al PSOE". (No iba a hacer otra cosa el hombre). Para apoyar su petición, Rubalcaba advirtió que tanto Ciudadanos como Podemos dan ya por perdidas las elecciones y su objetivo "no es ganar al PP sino al PSOE". A Rubalcaba en el caso del partido naranja eso le parece normal, pero "me parece insoportable para un partido que se dice de izquierdas [Podemos]". Igual al ex vicepresidente del Gobierno habría que explicarle que entre los objetivos de los nuevos está también el de ventilar al socialismo (por mucho que les caiga bien). Que esto son unas elecciones, no un fuego de campamento.
Estas afirmaciones, en su lado sólo las superó ayer Cristianos Socialistas, que pidió el voto de los cristianos para el PSOE porque es el mejor medio para acercar "la utopía cristiana a la realidad tangible de la política cotidiana". Que Cristianos Socialistas pida el voto para el PSOE es casi tan sorprendente como que Guardiola diga que es del Barça o Butragueño del Madrid. Otro gran momento perdido para permanecer en silencio.
Pero en todas partes cuecen habas. Por ejemplo, el candidato de IU-Unidad Popular, Alberto Garzón, reafirmó en Madrid que cree firmemente en sus posibilidades el 20-D porque "las urnas están vacías, aún hay muchos indecisos" y, atentos a la sorpresa, "estamos notando un crecimiento espectacular". La verdad es que el papel de Garzón en estos comicios es difícil. Lo han orillado de todas partes de forma bastante descarada y el debate en el que ha participado ha tenido casi menos audiencia que los documentales de La 2. El aspirante de izquierdas debería buscar planteamientos algo más trabajados cuando todas las encuestas le señalan el camino. No vaya a ser que alguien le diga que tiene más moral que el Alcoyano.
Tampoco se quedó atrás en perogrulladas Pablo Iglesias, el otro que ve la remontada. En un mitin en Tenerife ante estudiantes aseveró ceremonioso que "quiero ser vuestro presidente, pero no quiero ser vuestro jefe, quiero ser vuestro empleado". La apoteosis fue espectacular dado el auditorio al que se dirigía, pero al profesor universitario habría que recordarle que desde que Kennedy dijo aquello de que uno debe preguntarse qué puede hacer por su país estos argumentos están más que trillados. Que le faltó decir que él, más que presidente, quiere ser amigo de sus votantes.
Para el final queda el favorito de la clase: Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso de los Diputados. Recordado por aquella comparación de Ciudadanos con Naranjito que tantos votos y cabreos le costó a Juanma Moreno, ayer volvió a la carga. Lo hizo en Almería, la tierra por la que se presenta. Allí dijo que "si votas a Ciudadanos acabas pegándote un tiro en el pie" porque en Andalucía "estamos viendo" cómo el partido de Rivera es "el felpudo naranja de (Susana) Díaz". Eso se llama creatividad en el argumentario. Pero no quedó ahí la cosa, y el portavoz popular se vino arriba en el ingenio al señalar que el PSOE "son los de siempre, los mismos; tuvimos a ZP y ahora tenemos a ZPedro". Carcajadas sin parar ante este derroche de gracia e ingenio casi carnavalesco.
Breves ejemplos de cómo son las campañas electorales. Una sucesión de días en los que la creatividad brilla por su ausencia y los aspirantes intentan convencer con frases que pretenden ser para la historia y acaban siendo para la histeria. Como si el votante no supiera lo que escucha.
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