"Le voy a comer a besos, las palabras sobrarán", afirmó ayer Silvia Albés, la esposa de Pablo Costas, uno de los tripulantes del Alakrana, una expresión rotunda que resume la alegría de los familiares tras la liberación del pesquero, un poco contenida aún hasta que vuelvan a casa.

Argi Galbarriatu, hermana del capitán del atunero, Iker, también estaba exultante: "Hoy es un día especial, de celebración. Lo primero será acogerles en casa y darles cariño". Apuntó que los marineros todavía "no se lo creen mucho" porque la liberación les ha cogido por sorpresa pero se sienten "aliviados".

María Ángeles Jiménez, esposa del tripulante Gaizka Iturbe, declaró que era un "día súperfeliz para todos, para los 36 (marineros secuestrados) y para los miles que están detrás". Un gozo que compartía con Cristina Blach, hija del patrón del Alakrana, que desveló que las familias sabían "desde hace días" que "las cosas iban bien" y que no se sintieron "sorprendidos" por la noticia de la liberación del barco. "Nosotros somos España, un país en que todo el mundo sabía que íbamos a salir del secuestro; otros barcos están apresados desde hace meses y nadie los va a sacar de allí".   En declaraciones a los medios, reveló que su padre, Ricardo Blach, fue el primer miembro de la tripulación en contactar con sus allegados. Durante la breve conversación que mantuvieron, les aseguró que se encontraban "aliviados" y "cansados", aunque estaban intentado recuperarse del "agobio" que habían supuesto estos 47 días de cautiverio.  

Belén Costas, esposa de Joaquín Fernández, otro de los tripulantes del atunero vasco, aseguró ayer por la tarde que los familiares de los marineros retenidos "no esperaban" que la liberación se produjera ayer y mostró su satisfacción por la noticia. En declaraciones a los medios en Nigrán (Pontevedra), afirmó que los familiares están "contentísimos"  y que conocieron la noticia de la liberación "primero por las informaciones" transmitidas por los medios y posteriormente mediante llamadas de la empresa armadora y del Gobierno. "No nos lo creíamos, ni pensábamos que iba a ser hoy, nos quedamos flipando al conocer la noticia", recalcó Costas, quien explicó que los familiares de los tripulantes del atunero no saben "nada" de si se pagó un rescate ni les "importa".