España

Los yihadistas almacenaban cien kilos de explosivos en Alcanar

  • La célula que atentó en Barcelona y Cambrils preparaba atentados de una magnitud colosal

Los terroristas de la célula que atentó en Barcelona y Cambrils el 17 de agosto habían planificado un ataque sin precedentes en Europa y para ello habían logrado fabricar por su cuenta esa gran cantidad de triperóxido de triacetona TATP en la casa que ocupaban en Alcanar, según confesó al juez Mohamed Houli Chemlal, el superviviente de la explosión de esa vivienda.

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se negó a detallar ayer en Bruselas, donde participó en una reunión con sus homólogos de la UE- la cantidad de triperóxido de TATP en manos de los yihadistas de la célula que atentó en Barcelona y Cambrils (Tarragona), por ser una información que forma parte del secreto de sumario.

Los terroristas iban a distribuirlos en veinte sacos de cinco kilos en tres furgonetas

"Que estaban fabricando explosivos se ha conocido desde el primer momento", dijo el ministro a su llegada al Consejo de titulares europeos de Interior, y añadió que también se sabía que era TATP, un explosivo que se había utilizado también en otros atentados en la UE por "terroristas de corte yihadista". En ese contexto, indicó que "la cantidad exacta está bajo secreto de sumario, en la instrucción" y que el Estado de Derecho y la independencia judicial impiden dar esos detalles.

Según El Periódico de Cataluña, los yihadistas fabricaron TATP para llenar unos 20 sacos de 5 kilos con los que cargar 3 furgonetas, una cantidad de material de la que nunca había logrado dotarse un comando yihadista en Europa.

Los dos terroristas que manipulaban los explosivos eran el imán Abdelbaki Es Satty y Youssef Aalla. El primer paso era mezclar los ingredientes y enfriarlos con hielo. Después, cuando el preparado adoptada un estado sólido, parecido a la estructura del cristal, lo extendían en el suelo para dejar que se secara con ventiladores. La fase final se llevaba a cabo en el exterior del jardín trasero del chalé, dejando que reposara al sol para que se solidificara del todo.

El suelo de la primera planta estaba completamente ocupado por la sustancia en fase de secado. Mientras lo manipulaban, explotó. Siempre según el rotativo catalán, la deflagración destrozó los cuerpos de Es Satty y de Aalla. La identificación del imán solo fue posible gracias a los análisis de ADN.

Mohamed Houli, el único superviviente, salvó su vida porque una pared, que le cayó encima, le protegió.

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