Se convirtió en uno de los modelos más deseados hace un par de años. Y todo gracias a su sensual puesta en escena como imagen de la firma Diesel y su perfume Fuel for Diesel. En ella y sin un ápice de vergüenza, Marlon Teixeira se arrancaba la camisa e incita a los que le ven a disfrutar del sensual perfume que sale de su entrepierna. Un perfume de enorme tamaño, por cierto.

Pero la fama de este modelo es reciente. Desde que en 2008 se convirtiera en uno de los hombres más atractivos encima de la pasarela, Marlon Teixeira no ha dejado de trabajar para los más grandes. Y eso que sólo tiene 20 años.

El sueño de Teixeira era ser surfero profesional, pero después de sufrir una lesión en la rodilla tuvo que dejar de practicar este deporte. Cuando su amigo Anderson, de la agencia Way Models conoció a su familia, lo invitó al mundo del modelaje, lugar del que se enamoró.

Tras viajar a Sao Paulo, creó su book e instantáneamente consiguió trabajo en París y Milán, aunque el momento en el que se dio a conocer fue cuando posó para una campaña de Karl Lagarfeld. Desde entonces ha sido imagen de diversas marcas, como American Eagle, Iceberg, Armani Exchange, Emporio Armani y, más recientemente, Diesel.

Con un caché que lo sitúa entre los 50 modelos más top del momento, Marlon ha protagonizado posteriormente también campañas para firmas como Dior Homme, Custo Barcelona o Armani Exchange y ha ocupado portadas de revistas como Coitus Magazine y Vanity Teen, entre otras.

Este joven brasileño no tiene reparos en demostrar al mundo el privilegiado cuerpo que la naturaleza y el deporte le ha dado. Sabe que su físico es una de sus principales armas de seducción y no hay firma que no aproveche su apolínea constitución para sus campañas publicitarias o desfiles. Imagen de firmas como Armani Exchange y Blue Man o de la fragancia Diesel, este joven moreno de piel tostada pasará a la historia tras convertirse en el Mejor Modelo Masculino de 2011, entre otras publicaciones, por la revista Hola. Título que, por ejemplo, recayó en River Viiperi, en 2010, y en Jon Kortajarena, en 2009.