Está llamado a deslumbrar mientras se apaga la llama olímpica (esa parrilla de mejillones) en la noche de hoy. El polémico cantante de pop forma parte de la constelación de estrellas de la música que hoy domingo deleitará a los presentes en el estadio olímpico de Stratford. Junto a él, otros grandes de la música británica, como Muse, Spice Girls o The Who que aprovecharán la ocasión para homenajear a las mejores bandas y canciones producidas en el Reino Unido durante los últimos 50 años. Un acto en el que el propio George Michael será homenajeado, pues lleva en el mundo de la canción más de 30 años.

Desde que comenzara en la década de los 80 con su grupo Wham!, el cantante ha conseguido labrarse un camino de éxitos que, con sus más y sus menos, le ha llevado a mantenerse en la cresta de la ola incluso en los periodos en los que no ha trabajado. Caracterizado por su sinceridad ante las cámaras y sus continuas polémicas, Michael está considerado como una de las voces más interesantes del panorama musical. Y también uno de los artistas que más escándalos ha provocado. Tantos que el periodista musical Rob Jovanovich planea publicar un libro con las peripecias de la estrella británica.

Sus problemas con las drogas, sus escándalos sexuales, sus provocadores vídeos musicales y sus tropiezos con la justicia son algunos de los temas que recoge el libro, sintetizando en un centenar de páginas toda una vida llena de excesos. Excesos como su adicción al alcohol y a las drogas. "Tomarla me hace sentir sano y feliz y así puedo componer. Es una buena droga, aunque no es saludable". Así definía el cantante la marihuana en unas declaraciones. No es ninguna novedad escuchar a Michael decir ante los medios lindezas como esta, sin importarle las consecuencias. Como cuando manifestó que renegaba de Estados Unidos y sus palabras dieron la vuelta al mundo. Al igual que sus polémicos videoclip, en los que no ha dudado en ridiculizar a Tony Blair o a insinuar relaciones sexuales con hombres.

La sexualidad también ha sido una polémica constante en la vida del cantante de Careless Whisper. En 1998 fue detenido en el norte de Londres por intentar mantener relaciones sexuales en un baño público, y pocos meses después en California, fue detenido en una operación policial. Su orientación sexual ha estado siempre en el punto de mira de la prensa, hasta que el cantante decidió hacer pública su homosexualidad. Un acto que dio pie a más protestas y comentarios, como a los que está acostumbrado esta estrella del pop que ha hecho de su vida y su música pura polémica.