Los incondicionales de la duquesa no la defraudaron. Más que Cecilia Gómez, la protagonista de Cayetana, su pasión, los invitados ayer al estreno de este espectáculo en Sevilla no se perdieron la cita porque admiran profundamente a la duquesa de Alba. De esa figura incombustible que a sus 84 años aún cree en el amor y lo demuestra día a día con su ya inseparable Alfonso Díez. De la mujer con más titulos nobiliarios del mundo y veinte veces grande de España. Pero, sobre todo, de la persona que es capaz de seguir manteniendo la amistad con su ex yerno, Fran Rivera, después de separarse de su hija. De la amiga.

Cayetana Fitz-James Stuart, quien no faltó a la premiere en Madrid hace unos meses, pidió entonces que Sevilla no podía quedarse sin ver la obra, un homenaje a su persona y a su gran afición por el flamenco en siete actos. Tampoco podían quedarse sin ver el resultado de esta empresa conjunta de Cecilia Gómez, la bailaora protagonista, y de su ex y ahora productor, Fran Rivera, sus más allegados.

Así, por el photocall convocado a la entrada del sevillano Teatro Quintero desfilaron los diseñadores del vestuario que luce Cecilia en el espectáculo, los sevillanos Victorio&Lucchino, amigos personales de la duquesa.

Fran Rivera, quien lleva las riendas económicas de la compañía, se tomó un respiro desde bambalinas para posar para los fotógrafos minutos antes de que lo hiciera la propia duquesa. Nervioso por ver la acogida del público sevillano, afirmó que el título de la obra se debe a que "Cayetana es pura pasión".

Otro personaje del ámbito social sevillano que no quiso perderse el espectáculo fue la modelo y empresaria Raquel Revuelta, dueña de la agencia Doble Erre, quien sacó tiempo de su apretada agenda para acudir a una obra de un personaje tan admirado en la capital hispalense por lo que quiere a Sevilla y lo que promociona sus bondades, así como las del resto de Andalucía, en sus múltiples viajes al extranjero.

En último lugar, pocos minutos antes de la hora prevista para el comienzo de la función, hizo su entrada Cayetana, vestida con un chaquetón de piel roja y luciendo un look tan estiloso y moderno como nos tiene acostumbrados. Del brazo de su hija, Eugenia Martínez de Irujo, prodigó muchas sonrisas aunque pocas palabras. Sólo manifestó que le encanta la obra.