Además de bellísima Miranda Kerr es ambiciosa; en el buen sentido de la palabra. La australiana, a sus 33 primaveras recién estrenadas, ha sabido encauzar su vida personal y laboral y hoy puede presumir de ser una de las mujeres más afortunadas del planeta. Icono de la belleza mundial, la top ha desfilado en las principales pasarelas del mundo y durante más de un lustro fue uno de los deseados angelitos de Victoria's Secret, trabajo que dejó en el momento perfecto impulsada por sus fuertes y meditadas aspiraciones. También ha sido imagen de la firma de moda española Mango, lanzó con éxito Kora Organics by Miranda Kerr, su propia la línea de tratamientos orgánicos que no es más que un reflejo de su pasión por vivir un estilo de vida saludable y ha publicado su propio libro de autoayuda, Treasure Yourself. Su nombre ha aparecido varias veces en la lista Forbes de las modelos mejor pagadas del planeta.

El 2013 marcó un antes y un después en la vida de la modelo. Se acabó su etapa en Victoria's Secret, la que le dio la fama mundial, y puso fin a su relación con el actor británico Orlando Bloom -que se quedó prendado de ella cuando desde el front row la vio desfilar y con el que actualmente mantiene una excelente relación de amistad- después de seis años de vida en común, tres de matrimonio y un hijo en común, Flynn. A Miranda no le quedó más remedio que reinventarse en todos los sentidos y desde luego ha ido tomando las decisiones oportunas. ¿El secreto de tanta felicidad? Ella lo tiene claro: "Hay que quererse mucho a unamisma", aseguró la modelo en una conversación con este periódico. Por ello no es de extrañar que la nueva Miranda, tras revolucionar el mundo de la moda y luego a Hollywood, ahora saboreé las mieles de su lugar privilegiado dentro la jet estadounidense gracias a su noviazgo con Evan Spiegel, que a sus 25 años (siete menos que ella) ya aparece en Forbes por la creación de la famosa aplicación Snapchat. Así, del brazo de su chico y con un impresionante vestido con aplicaciones de flores de Carolina Herrera, la modelo y empresaria hizo su aparición en la Casa Blanca hace apenas unos días. Miranda compartió mesa y mantel con los Obama y su cara reflejaba que estaba donde quería estar.

Miranda y Evan comenzaron su relación hace casi un año y parece que lo suyo va viento en popa y a toda vela. Tanto es así que recientemente se han comprado juntos una espectacular mansión en California, quizás con la intención de formalizar su amor a corto plazo. La casa, ubicada enBrentwood y por la que han pagado más de diez millones de euros, fue propiedad del actor Harrison Ford.

Kerr tiene buen ojo y su vida, que va sobre ruedas, es el mejor ejemplo de ello. La joven disfruta ahora de un nuevo estatus social y vive ajena a la polémica. Una situación que difiere un poco de la de su ex, Orlando Bloom, cuyo nombre es protagonista estos días de los titulares rosas por la infidelidad a su novia Katy Perry con la jovencísima cantante Selena Gomez, curiosamente gran amiga de la afortunada Miranda. Al parecer, según la prensa estadounidense, Perry ha perdonado al actor su noche loca con la ex de Justin Bieber en Las Vegas.