El protagonista del verano ha sido el flotador gigante en forma de flamenco, aunque también se han visto unicornios, porciones de pizza y rosquillas a lo Homer Simpson. Los influencer de Instagram demostraron que lanzarse al agua con un patito de goma XL había dejado de ser cosas de niños. Pero cuando el verano ha terminado, estos flotadores no han vuelto a casa con sus legítimos dueños. Según Hotels.com, el 87% de los españoles afirman comprar flotadores en sus vacaciones, y se trata también del cuarto objeto más abandonado tras volver a las ciudades. Por eso, el hotel Gran Playa de Palma ha creado en Mallorca el primer santuario para flotadores, que se ha formado con las decenas de artículos de este tipo que han sido abandonados por los clientes durante el verano. Ahora estos artilugios pueden ser adoptados por nuevos huéspedes, que tendrán la opción no sólo de disfrutarlos en las instalacinoes del hotel sino de llevarlos a casa si así lo desean cuando finalicen su estancia.

Este servicio surgió a raíz de una encuesta publicada en The Telegraph, en la que se aseguraba que la mitad de los turistas británicos compró un flotador XXL el pasado verano pero solo el 28% regresó con él a casa tras las vacaciones. Éste fue el punto de partida de un original santuario de flamencos y patitos de goma que estará abierto al público hasta final de año.