El 'capotazo' del torero José Tomás al estilo Enrique Ponce
El de Galapagar se ha separado de su mujer, Isabel, después de 20 años, y ya ha rehecho su vida sentimental con una joven de Estepona
El torero José Tomás se ha separado de su mujer después de 20 años y un hijo en común, y ya ha sido visto con una joven acompañante por las calles de Estepona, la localidad malagueña en la que vive. El de Galapagar sigue los pasos de Enrique Ponce en cuanto a su vida personal se refiere y ha decidido romper una relación de dos décadas por una chica mucho más joven o, al menos, eso confirma su entorno, que conocen la noticia de la ruptura y el nuevo noviazgo desde hace meses.
A sus 45 años y con una exitosa y meditada carrera en el mundo de la tauromaquia, José Tomás e Isabel, su hasta ahora esposa, protagonizaron una romántica historia cuando se conocieron y enseguida surgió el flechazo entre ellos. Tienen un hijo de 11 años que se parece mucho a él y que también se llama José Tomas.
La separación de José Tomás (que se apellida Román Martín) e Isabel, al parecer, era un secreto a voces entre los vecinos de Estepona: "En nuestro círculo todo el mundo lo sabe", asegura al medio una compañera de trabajo de Isabel. "Nos ha dado pena, porque era una historia de amor muy bonita, como esas de las novelas que a todas nos hubiera gustado vivir", añade la misma fuente, recordando que el matador de toros se quedó prendado de ella cuando fue a revelar un carrete de fotos en un laboratorio de Foto Lab, en Carrefour, donde ella trabajaba como dependienta. Él tenía 27 años, dejó la localidad madrileña de Galapagar, también abandonó a su entonces marido, se mudó a Estepona la pareja vivía en un chalé llamado Villa Ángeles) y ya no se separaron más... hasta hace unos meses.
El 1 de noviembre de 2011 nació su único hijo. Ella casi nunca iba a verlo torear y apenas se les ha fotografiado juntos salvo en un par de homenajes al matador. Las antiguas compañeras de la vendedora de artículos de fotografía la definen como muy trabajadora, sencilla y con carácter. Han pasado muchos años desde entonces y ahora al diestro se le ve asiduamente desayunando en un conocido bar del pueblo muy céntrico. Siempre sin su familia, pese a que Isabel y su hijo continúan residiendo en Estepona. A veces va acompañado por otra mujer, según apuntan varios testigos: "Se ha dejado ver en esta cafetería con una misma mujer, también de Estepona".
José Tomás es, en cuanto a su profesión, un torero atípico pues se prodiga poco y huye de las plazas importantes, aunque sus seguidores respetan su decisión de que no televisen las corridas en que participa. No es demasiado creyente y desde luego no reza antes de salir al ruedo, como suelen hacer sus compañeros. Una figura como él que ha revolucionado el toreo tan sólo se anuncia como mucho una decena de tardes, sin que quiera competir con los que encabezan el escalafón. Tiene admiradores de la talla de Vargas Llosa y Joaquín Sabina, que le compuso la canción De purísima y oro. Y, pese a que en la plaza marque la diferencia, en su vida privada se parece al resto de toreros más de lo que debiera.
También te puede interesar