"Durante tiempo oculté que mi tía es Concha Velasco"

No sólo tiene cara de niña buena, sino que es una chica encantadora. Amable y habladora, Manuela Velasco (1975, Madrid) se ha labrado, tacita a tacita, una carrera en la que abundan los proyectos buenos... y arriesgados. Aparte de hacer su debut en la serie Aída (Telecinco) este domingo, en la tele ya la vimos en La chica de ayer, y más recientemente Águila Roja. En el cine ganó el premio a la mejor actriz en el Festival de Sitges y el Goya a la mejor actriz revelación por REC (2007), y también estuvo en su secuela. Además, en enero acabó la gira de Todos eran mis hjjos, obra de teatro en la que compartía escenario con Carlos Hipólito y Fran Perea. Su extenso currículum a pocos extraña, pero lo que quizás casi nadie sabe es que es "muy futbolera" y que, aunque tiene una bonita sonrisa que la cámara adora, carece de una voz privilegiada para la música... a pesar de que le hubiera encantado cantar.

-De nuevo en la tele. ¿Qué más proyectos tiene por ahí?

-A principios de año acabé con la obra de teatro y ahora estoy volcada en Aída (lleva rodando dos meses). La verdad es que cuando estoy trabajando en algo, no me gusta estar con otra cosa a la vez. Me ha pasado, y acabas sin disfrutar de ninguna de las dos, cansada y estresada. Así que prefiero que los proyectos vengan de uno en uno.

-He leído por ahí que es una gran aficionada al fútbol. ¿De qué equipo es?

-Del Real Madrid.

-Uuuy, pues ayer (por el miércoles) no debió pasarlo nada bien viendo el partido de la Eurocopa...

-¡Ayyyy, lo pasé fatal! Cuando digo que soy una gran aficionada, es porque lo soy de verdad, ¿eeeh? Veo los partidos siempre. No soy una futbolera social, de ver el fútbol con los amigos. ¡Lo veo siempre! Aunque sea sola, como ayer, en mi casa.

-Otra de sus aficiones es la música, ¿me equivoco? ¿para cuándo un musical?

-(Risas). Pues precisamente siempre he querido hacer un musical, ja, ja, ja. De pequeña imitaba a Gene Kelly, y también estudié claqué. Pero la verdad es que ¡canto fatal! Para presentarme al cásting del musical Dirty Dancing incluso di clases de canto. Y eso que era para hacer de un personaje que cantaba fatal (risas). Estudiando canto para cantar fatal, ja, ja.

-¿Cómo está siendo trabajar con Paco León?

-Fascinante. Hay tan buen rollo que parece que nos conocemos de toda la vida. Es un actor que derrocha creatividad, sentido del humor, talento... Es un excelente compañero. Y no solo lo digo yo, ¡lo dice todo el equipo!

-Comenzó su carrera como presentadora, pero ahora no dejaría la interpretación ¿no?

-Mi vocación y mi trabajo actual es ser actriz. No me arrepiento de mi etapa como presentadora porque en la tele aprendí mucho. Pero lo que soy es actriz.

-Con esa cara de buena y esa simpatía, será dificilísimo que le den un papel de mala, ¿verdad?

-(Risas). Pues me encantaría hacer de mala.

-Pida por esa boca: ¿qué personaje malvado le gustaría hacer?

-Por ejemplo, de Abigail en Las brujas de Eastwood.

-Estudió Historia del Arte y trabajó en el Museo Thyssen. No era lo suyo...

-Nooo. Me sabía al dedillo la colección y sólo trabajé en el guardarropa y la cafetería. No sé para qué pedían haber estudiado.

-¿Le ha ayudado ser sobrina de Concha Velasco?

-Ni me ha ayudado, ni me ha dificultado las cosas. Durante mucho tiempo lo oculté en los cástings a los que me presentaba. Y tampoco me gustaba hablar de eso en entrevistas. Pero ahora estoy harta de estar preocupada por eso y me encanta decir que sí, que es mi tía, y que yo soy su fan número uno.