Jurado popular

El tercer acusado de matar al joyero de Carmona reconoce solo haberle amordazado para robarle

Iounut A,, el acusado de matar al joyero de Carmona junto a otros dos que ya están condenados

Iounut A,, el acusado de matar al joyero de Carmona junto a otros dos que ya están condenados / José Ángel García

En noviembre de 2020 la Audiencia Provincial de Sevilla condenaba a Georghess S. a 33 años de cárcel por el asesinato del joyero de Carmona Francisco Cintado en agosto de 2018 y a Iulian I. Más tarde, el Supremo rebajó la condena del asesino hasta los 23 años y medio de cárcel, como ya había dictado el TSJA al no apreciar ensañamiento por parte del condenado. Durante todo este procedimiento faltaba uno de los implicados en la brutal paliza que mató al joyero de Carmona, Ionut A., que huyó a Rumanía y fue detenido en agosto de 2021 en ese país.

Durante el juicio con jurado popular que se sigue en la Audiencia de Sevilla contra el tercer implicado en el asesinato de Francisco Cintado, el acusado ha reconocido haber participado en el robo y haber amordazado e inmovilizado a la víctima. Ionut A., que solicitó al tribunal cumplir la pena en Rumanía, aseguró que el plan para robar al joyero esa tarde de agosto de 2018 fue hecho por los tres y que él "solo ayudó a amarrarlo" y que la intención era "robarle y no matarle".

A preguntas del fiscal, Ionut afirmó no recordar que golpeara a la víctima ni que se sentaria sobre el pecho del joyero, dificultando la respiración, aunque reconoce que se puso "en una posición que ahora no recuerda". Sin embargo, declaró que le tapó la boca con una cinta americana a la que dio tres vueltas alrededor de la cabeza y cuello. "Gheorghess fue quien le golpeó", aseguró al fiscal. Tampoco se acordaba de haber dejado a Francisco Cintado inconsciente "boca abajo y en un charco de sangre", pero sí dejarlo abandonado "sin posibilidad de moverse" puesto que estaba atado y amordazado.

Ionut T. declaró que después del asesinato huyó a Rumanía, donde fue detenido tres años después, porque "temía perder el tiempo de infancia de mi hijo". Además del arrepentimiento por el crimen, afirmó sentir vergüenza por su familia y su país. Asimismo, asume las consecuencias penales de los hechos y explicó que no es insolvente y quiere "ayudar a la familia de la víctima en todo lo que pueda". El acusado solicitó "pagar la pena en su país, Rumanía" para estar cerca de su familia.

La Fiscalía solicita para el acusado, por un delito de asesinato, 25 años de prisión y la prohibición de comunicarse o aproximarse durante 35 años a menos de 1.000 metros de la esposa y las dos hijas de la víctima, así como ocho años de cárcel y la prohibición de comunicarse o aproximarse durante 12 años a menos de 1.000 metros de dichas personas por un delito de detención ilegal como medio para cometer un delito de robo con violencia.

Asimismo, reclama que, de forma conjunta y solidaria con los otros dos condenados, Iulian I. y Gheorghess S., indemnice a la familia del fallecido con 330.000 euros como consecuencia del fallecimiento; en la cantidad de 295.372 euros por los objetos sustraídos y no recuperados, y con 5.850 euros por la cantidad de dinero en metálico sustraída y no recuperada.

La acusación particular ejercida por la familia de Francisco Cintado solicita 30 años de cárcel por un delito de asesintato y ocho años por otro de detención ilegal. Por su parte, la defensa ejercida por el letrado Alejandro Gómez Luna pide tres años de prisión.

Según la Fiscalía, el acusado se puso de acuerdo con los otros dos condenados para "tanto en la finalidad como en los medios”, robar a Francisco Cintado en su joyería de Carmona. Para conseguirlo, idearon un plan dividido en dos partes. En un primer momento, sobre las 8:30 del día 3 de agosto de 2018, uno de los condenados, Gheorghess S. en compañía del acusado, se dirigieron a la joyería "con el pretexto de realizar la reparación de un reloj y así ganarse la confianza" del joyero, "quedando con éste en verse otro día para recoger el encargo y poder entrar así en el establecimiento sin levantar sospechas". Este punto ha sido confirmado por el acusado durante su declaración ante el tribunal del jurado.

Los tres volvieron a la joyería sobre las seis de la tarde del 6 de agosto y, mientras Iulian T. se quedó fuera del local realizando labores de vigilancia "para garantizar la comisión del delito y evitar ser descubiertos”, los otros dos delincuentes llegaron a la joyería y llamaron al timbre. Francisco Cintado les abrió la puerta  "al haberlos reconocido por el monitor de la cámara de vigilancia debido al encargo realizado días antes".

Una vez en el interior, cuando el joyero entraba en la trastienda, Gheorghess S. entró tras él y "sin darle tiempo a salir ni posibilidad alguna de defensa, se abalanzó" sobre él. Seguidamente, y "con ánimo de menoscabar su integridad física”, según la Fiscalía, ambos "comenzaron a golpearlo brutalmente dándole golpes y patadas por toda la cara, cuerpo y extremidades", forcejeando ambos con él hasta que consiguieron colocarle las manos atadas a la espalda, atándole también los pies y colocándole cinta americana en la boca. Aunque el acusado insistió durante su declaración en que él no golpeó nunca al joyero.

La víctima, "indefenso"

Según la Fiscalía, cuando Francisco Cintado estaba "reducido en el suelo, tendido boca arriba y sin posibilidad de movimiento", Gheorghess comenzó a registrar la cámara acorazada y sacó varios bandejas de joyas de su interior, todo ello al tiempo que Ionut A.  "se sentó sobre el pecho" de la víctima mientras éste se encontraba boca arriba,"dificultando así sus posibilidades respiratorias". El acusado reconoció que la víctima "no podía defenderse" y aseguró no recordor si se sentó sobre su pecho.

En esos momentos, el joyero trató de levantarse y consiguió incorporar medio cuerpo, pero uno de los Gheorghess, "atentando contra la vida" de la víctima, "le propinó un fuerte rodillazo en la cabeza que provocó que cayera inconsciente boca abajo". Así, y mientras estaba inconsciente, los encausados registraron la trastienda y se apoderaron de joyas y otros objetos, así como de 5.850 euros de dinero en efectivo que introdujeron en una bolsa de basura, apoderándose también de uno de los monitores de televigilancia "con la finalidad de evitar ser identificados".

Los acusados, según la Fiscalía, salieron de la joyería dejando a Francisco Cintado insconsciente "y con signos de poder encontrarse inerte" y llevándose los objetos robados. El hombre murió finalmente sobre las horas después por "la brutalidad de los golpes" recibidos en cabeza, cara, extremidades y tronco por parte de los investigados, dos de los cuales estuvieron huidos hasta que fueron detenidos en Rumanía el 31 de enero de 2019 y el 19 de abril de ese mismo año, mientras que el tercero de ellos, que será enjuiciado en junio, estuvo igualmente huido hasta que fue detenido en Rumanía y entregado a las autoridades judiciales españolas el día 3 de agosto de 2021.

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