Homicidio en Gerena

El acusado alega que dejó a la víctima con vida y niega que fuese su pareja sentimental

  • La defensa introduce la duda de que otra persona pudo ser responsable del crimen por el tiempo que transcurrió entre la marcha del acusado de la vivienda y la data de la muerte

El acusado, entre su abogada y dos policías nacionales antes del incidido del juicio.

El acusado, entre su abogada y dos policías nacionales antes del incidido del juicio. / Juan Carlos vázquez

El argentino Jonathan Gabriel Villacorta Márquez, que está acusado del homicidio del trabajador de la televisión local de Gerena Gonzalo Herdugo en noviembre de 2018, ha reconocido este jueves ante el jurado popular que le ha comenzado a juzgar por homicidio que mantuvo una discusión y le dio un "manotazo" a la víctima para tratar de repeler una agresión previa de ésta, asegurando que dejó a Gonzalo con vida, en concreto, ha dicho que "roncando fuerte y suspirando" tras haber caído al suelo y golpearse en la cabeza.

El acusado ha explicado que tras haber pasado la madrugada del lunes 5 de noviembre de 2018 consumiendo alcohol y sustancias estupefacientes (hachís y cocaína), regresaron a la vivienda de Gonzalo Herdugo en Gerena, con la intención de tomar el autobús de las 11:15 horas porque esa mañana había acordado con su ex esposa en que iba a recoger a su hijo del colegio. Según su versión, cuando le dijo que iba a marcharse, Gonzalo le insultó y le propinó "un puñetazo", que le partió las gafas de sol y le provocó una herida, recibiendo un segundo golpe, ante el que reaccionó dándole a su vez él un "manotazo para quitárselo de encima". Fue entonces cuando Gonzalo cayó hacia atrás y, según el procesado, se dio un golpe en la cabeza, aunque estaba "roncando fuerte y suspirando".

Jonathan Gabriel Villacorta, que continúa actualmente en prisión preventiva, ha añadido que entonces fue a limpiarse y le dejó una nota disculpándose por lo que había ocurrido, y en ese momento Gonzalo se despertó. "Me miró con rabia y me dijo: ¡Coge el camino y vete. No te voy a pagar, hijo de la gran puta! Y se giró y siguió durmiendo y roncando", ha afirmado.

Después, encajó la puerta y se fue a tomar el autobús, ignorando lo que le había ocurrido a Gonzalo, quien según los forenses falleció entre las doce de la noche y las dos de la madrugada del día siguiente, el 6 de noviembre de 2018. El procesado ha indicado que no sospechó en ningún momento que Gonzalo "estuviera malherido" y ha añadido que el problema de la víctima era el whisky, puesto que cuando lo bebía "se le iba la pinza".

En su declaración, el acusado, que tenía 34 años cuando se produjeron los hechos, ha negado igualmente que mantuviera una relación sentimental con Gonzalo Herdugo, de 62 años, al afirmar que la única relación que tenía con él era laboral, puesto que le realizaba las tareas de la casa y lo acompañaba a hacer compras, y de amistad, tras haber estado como interno en su casa durante más de dos años. Sin embargo, la Fiscalía, que reclama una condena de 14 años para el acusado por un delito de homicidio en el que aprecia la circunstancia agravante de parentesco, sostiene que entre ambos existía una "relación sentimental de pareja", con frecuentes discusiones y periodo de ruptura de las relaciones, aunque se perdonaban y retomaban la relación.

Una imagen de los estrados, protegidos con mamparas, y tras ellas, la fiscal, el acusado y los abogados de la defensa. Una imagen de los estrados, protegidos con mamparas, y tras ellas, la fiscal, el acusado y los abogados de la defensa.

Una imagen de los estrados, protegidos con mamparas, y tras ellas, la fiscal, el acusado y los abogados de la defensa. / Juan Carlos vázquez

A preguntas de su abogada defensora, Beatriz Guillén, el acusado ha negado que sea homosexual y ha explicado que quería a Gonzalo Verdugo "como a un hermano o a un amigo, no como él quería" y ha reconocido que tenía dependencia económica del fallecido. "Lo aguantaba y lo perdonaba porque me hacía falta el dinero", ha añadido. También ha negado que tuviera intención de agredir o matar a Gonzalo, que según ha detallado la defensa trabaja leyendo el tarot en la televisión local y en cuya vivienda fueron hallados 108.000 euros en metálico.

En su alegado de defensa, la letrada del acusado ha introducido la duda de que otra persona pudo ser responsable del crimen, por el tiempo transcurrido entre la marcha de su cliente de la vivienda y la data de la muerte fijada por los forenses. Según ha argumentado Beatriz Guillén, la hipótesis que sostiene la Fiscalía "resulta inverosímil", dado que la acusación pública sostiene que el fallecido fue golpeado en la cabeza con un objeto contundente no determinado pero de superficie roma, lo que le provocó la caída y un traumatismo craneoencefálico con fractura craneal y hematoma subdural.

La letrada ha indicado que Gonzalo Herdugo falleció entre las doce de la noche y las dos de la mañana y que los forenses consideran que el golpe debió producirse unas tres horas antes, por lo que no cuadraría con la marcha del acusado de la vivienda, que se produjo "diez horas antes". Por ello, ha apuntado que desde las once de la mañana pudo entrar en la casa una "persona desconocida", porque la puerta se había quedado abierta.

La defensa reclama la libre absolución del acusado y, de manera subsidiaria, que los hechos se consideren como una imprudencia grave con resultado de muerte, en la que deben apreciarse las circunstancias atenuantes de legítima defensa, arrebato u obcecación, y la influencia de bebidas alcohólicas y el consumo de sustancias psicotrópicas, por lo que debería imponérsele una condena de un año de prisión.

La víctima estuvo "agonizando en el suelo sin que nadie le ayudara"

Frente al relato exculpatorio de la defensa, la fiscal del caso, María Dolores Rodríguez, ha defendido que los hechos constituyen un delito de homicidio y ha criticado que el acusado se marchara de la vivienda dejando a la víctima malherida. "La víctima sobrevivió bastantes horas y estuvo agonizando en el suelo sin que nadie le prestara ayuda", ha afirmado en su alegato previo la representante del Ministerio Público, que ha añadido que Jonathan Gabriel escribió además una nota tratando de justificar su conducta, en la que decía que le había hecho un daño tremendo y él se defendió.

La Fiscalía sostiene asimismo que el acusado se llevó además el teléfono de Gonzalo Herdugo para "impedir que pueda pedir ayuda", dejándolo inconsciente, y "maniobrando para encubrirse, fabricando pruebas para justificar su acción", y de ahí que se grabara con el teléfono móvil "enseñando arañazos y diciendo que lo iba a denunciar", al tiempo que intentó desviar la atención de los investigadores "hacia una persona de nacionalidad rumana", deshaciéndose posteriormente del teléfono de la víctima.

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