Alicante

Un año de cárcel por aparcar en una plaza reservada para movilidad reducida con una tarjeta falsa

  • El ya condenado alegó que la tarjeta era de su ex cuñado, que lleva tres años fuera de España, y a él se le olvidó retirarla del salpicadero.

Tarjeta de aparcamiento para personas con movilidad reducida en el salpicadero de un vehículo

Tarjeta de aparcamiento para personas con movilidad reducida en el salpicadero de un vehículo / H. I.

Aparcar es misión imposible en muchas ciudades y las plazas para las personas de movilidad reducida se convierten en una tentación para conductores desesperados, pero la solidaridad que se le supone a los ciudadanos no es suficiente para mantenerlas libres para sus legítimos beneficiarios. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante ha confirmado la pena de un año de prisión y multa de 1.620 euros impuesta a un hombre que estacionó su vehículo en una plaza reservada a discapacitados y usó para ello una tarjeta de estacionamiento falsa.

La sentencia, dictada el pasado enero por el Juzgado de lo Penal número 1 de Benidorm y ahora ratificada por el Tribunal provincial, le declara autor de un delito de falsedad en documento oficial.

El condenado fue sorprendido el 7 de junio de 2017 tras aparcar en una plaza destinada a discapacitados de la calle Mercat de Dénia. Para ello colocó en el salpicadero una tarjeta falsa, fotocopia a color de una original emitida por autoridades noruegas a nombre de su ex cuñado.

En el recurso presentado ante la sentencia del juzgado de lo Penal, el condenado alegó que el documento no era falso, ya que existía un original que coincidía con el contenido de la tarjeta desu salpicadero. El hombre añadió que el documento original pertenecía al hermano de su ex mujer, que fue su ex suegro el que hizo fotocopias para que las llevaran los vehículos de la familia y que a él se le olvidó retirarlo de su coche.

Sin embargo, el Tribunal considera que esa coartada no está contrastada por ninguna prueba "contundente" y que, en todo caso, hace tres años que su ex cuñado y titular del documento no vive en España, por lo que “es de suponer que el ‘olvido’ en retirar la tarjeta ha durado dicho tiempo, no así su uso indebido de las plazas destinadas a estacionamiento para personas con capacidad reducida”.

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