La juez de instrucción 3 de Sevilla dejó en libertad en la noche del miércoles a tres de los cuatro encarcelados por la llamada “caza al pijo” que estaban en prisión desde el pasado viernes. Un cuarto acusado, que fue totalmente identificado por los cinco testigos en ruedas de reconocimiento, seguirá en prisión ya que presuntamente fue quien levantó a la víctima del suelo para permitir que los demás siguieran pegándole.

Tras esta decisión siguen en prisión dos de los cinco atacantes que son mayores de edad y que están siendo investigados en el juzgado de instrucción por la paliza que propinaron el 30 de mayo a un chico de 16 años. El primero de ellos, de nombre Carlos, ingresó en prisión el 2 de mayo y fue identificado sin ningún género de duda por las víctimas la semana pasada.

Los tres que quedaron libre lo hicieron sin necesidad de prestar fianza y con la única obligación de personarse en un juzgado dos veces al mes. La juez tomó esa decisión después de que no fueran totalmente identificados en las 20 ruedas de reconocimiento practicadas, que lo fueran con muchas dudas o fueran señalados como presentes en la zona pero sin participar directamente en la trifulca.

Incluso fuentes del caso indican a este periódico que se da la circunstancia de que uno de los acusados no fue reconocido por ninguno de los testigos y en su rueda todos identificaron a la misma persona equivocada.

En otros casos la identificación se vio desvirtuada porque los jóvenes se conocen previamente de subir fotos a sus redes sociales.

La investigación está pendiente de que la juez reciba las grabaciones de las cuatro cámaras de vigilancia del lugar de  la agresión (una zona ajardinada junto a la avenida de la Buhaira), una de las cuales enfocaba exactamente al punto donde la víctima denunció haber sufrido una zancadilla y luego haber sido pateado en la espalda y los riñones cuando cayó al suelo. A continuación le robaron un altavoz bluetooth, aseguró en su denuncia.  

Dos agresores proceden de Nervión y el resto de barrios periféricos

La denuncia sobre una serie de ataques de “caza al pijo” partió de unos padres de Nervión que lo atribuyeron a una campaña viral en redes sociales por parte de pandillas procedentes de barrios más desfavorecidos. Las citadas fuentes explican que dos de los ocho presuntos agresores viven en el mismo Nervión pero los demás son de barriadas periféricas.

Así, dos de los tres sometidos a expediente en la Fiscalía de Menores proceden de La Oliva. Los restantes viven en el Cerro del Águila, Tiro de Línea, La Plata y avenida de La Paz.

Los jóvenes están acusados de un presunto delito de robo con violencia y lesiones leves ya que el informe forense certifica que el lesionado no presenta secuelas y se recuperó tras siete días de impedimento. El joven pasó cinco horas en Urgencias del hospital Virgen del Rocío porque orinó sangre a consecuencia de las patadas en los riñones que le propinaron.