Sevilla FC

Causas del accidente de Reyes: mínimo 187 km/hora y reventón de rueda

  • El informe de la Guardia Civil ya está en el juzgado número 3 de Alcalá de Guadaíra

  • La rueda defectuosa reventó con el aumento de fricción al acelerar 

Estado en que quedó el coche de Reyes

Estado en que quedó el coche de Reyes / Antonio Pizarro

El accidente que costó la vida al futbolista del Sevilla FC José Antonio Reyes se produjo por un exceso de velocidad (mínimo 187 kilómetros por hora) combinado con el reventón de la rueda trasera, según el informe de la Guardia Civil que ya tiene el juzgado de Alcalá de Guadaíra que investiga el suceso.

Fuentes judiciales informan a este periódico de que, según dicho informe, primero se produjo el reventón de la rueda trasera que supuestamente había dado problemas y había sido reparada recientemente en un taller.

Esa circunstancia, unida a la excesiva velocidad y a que en ese momento estaba adelantando, hizo que Reyes perdiera el control del vehículo, chocara contra el pretil de la carretera y comenzara a dar vueltas de campana hasta que se incendió.

El Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) de la Guardia Civil asegura que el vehículo circulaba con exceso de velocidad, cifra que el informe sitúa en “un mínimo de 187 kilómetros por hora”.

El accidente se produjo a las 11.45 horas del 1 de junio de 2019 en la carretera A-376 en sentido Utrera. En el siniestro falleció el futbolista y un primo suyo, Jonathan Reyes, de 23 años. Otro primo que viajaba en el vehículo, Juan Manuel Calderón, resultó herido grave y quedó ingresado en la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío con el 60% de su cuerpo quemado.

El jugador iba en un Mercedes Brabus S550 de 380 CV de su propiedad, y se dirigía a Utrera procedente de Almendralejo, donde había entrenado con el Extremadura, club en el que militaba entonces.

Según la Guardia Civil, las ruedas del coche habían sido cambiadas en Portugal y días antes del accidente el primo de Reyes lo llevó a un taller de Mérida, donde ya le advirtieron que una de ellas no estaba en buenas condiciones pero se ignora lo que decidió hacer el dueño.

Como consecuencia del aumento de fricción al acelerar el coche para el adelantamiento fue cuando se produjo el reventón de ese neumático defectuoso, según afirma el peritaje.

Desde el primer momento se barajaron como causas del siniestro la velocidad excesiva (aunque en un primer momento se habló de hasta 230 km/hora) y una llanta defectuosa.

Un mecánico del taller declaró a Antena 3 que vio la rueda defectuosa, le hizo la revisión porque perdía aire y le dijo ‘usted no puede andar así’ pero el cliente ya tiene la última palabra”.

“Él venía a ver la presión de las ruedas cuando se iba de viaje. Se le avisó de que tenía la llanta rajada y dijo: ‘Ya iremos a Sevilla a arreglarla'”, añadió el responsable del taller.

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