Hurto

La hora de enjuiciar a los seis policías a los que una tendera acusa de quitarle 17.000 euros

Un momento del registro de la tienda, el 19 de mayo de 2015.

Un momento del registro de la tienda, el 19 de mayo de 2015. / M. G.

Si la huelga de los letrados de la Administración de Justicia (LAJ) lo permite, seis policías nacionales de la comisaría del Distrito Macarena se sentarán este lunes en la Audiencia de Sevilla como acusados del hurto de algo más de 17.000 euros en una tienda en la que se presentaron para hacer una inspección contra el contrabando de tabaco. De nada sirvió el vuelco que sufrió el caso cuando la Policía Científica descubrió imágenes en las que se veía a una joven manipulando fajos de billetes y ocultándolos debajo de su camiseta. Esa grabación acabó de invertir la hipótesis de la Fiscalía, que solicitó el sobreseimiento de la causa y la absolución de los seis agentes, pero no la de la dueña del negocio, una ciudadana de nacionalidad rumana que pidió, y pide, cuatro años y medio de prisión para cada agente por un delito de hurto y otro de falsedad en documento público. Por la acusación particular es por lo que hay juicio.

El juicio, que debe celebrarse en la Sección Séptima, comenzará con la petición de la Fiscalía de que los agentes, componentes del Grupo 3º Operativo de Respuesta del Distrito Macarena, sean absueltos. Durante la instrucción, el Ministerio Público reconoció que un agente se había guardado el dinero en el bolsillo pero también que había explicado "suficientemente" que se lo había devuelto al marido de la denunciante. El resto de policías respaldó esta versión y para la Fiscalía "no existe ninguna prueba objetiva que corrobore el testimonio de la denunciante", en el que sí aprecia "lagunas y contradicciones".

Los hechos ocurrieron en la noche del 19 de mayo de 2015 en Alimentación Dani Digi, en la Ronda de Pío XII. La tendera denunció que los agentes le habían quitado 17.350 euros y después le habían exigido otros 5.000 si no quería que se pasaran otra vez por el establecimiento. En su escrito de acusación, la dueña asegura que los agentes intervinieron 156 cajetillas de distintas marcas para "dar una apariencia legal" a su entrada en la tienda como parte de una operación contra la compraventa ilegal de tabaco, pero añade que "es evidente también que los mismos funcionarios realizan diversas extracciones de dinero de diversas ubicaciones del interior del establecimiento, dinero que colocan en el mostrador y otros lugares" y que no se lo entregaron ni a la dueña ni a su marido.

La acusación particular llegó a pedir tres años más de cárcel para cada policía por un delito de cohecho, por exigir dinero a la propietaria a cambio de no incautar el tabaco, pero la juez excluyó este delito cuando procesó a los investigados.

Los seis policías estuvieron casi tres años suspendidos de empleo y sueldo. Esa situación cambió cuando la Policía Científica encontró imágenes en las que se veía a una joven manipulando fajos de billetes y guardándoselos bajo su camiseta. En concreto son seis fotogramas que la Comisaría General de Policía Científica localizó entre las grabaciones de las cámaras de seguridad de la tienda aportadas por la pareja que regenta el negocio.

Las imágenes de una mujer guardando fajos tras la marcha de los agentes. Las imágenes de una mujer guardando fajos tras la marcha de los agentes.

Las imágenes de una mujer guardando fajos tras la marcha de los agentes. / M.G.

Durante su revisión, la Policía Científica observó una secuencia captada entre las 2.50 y las 2.52 de la madrugada del 20 de mayo, unos cinco minutos antes del cierre de la tienda. En ellos se observa que una joven no identificada se acerca al interior del mostrador con varios fajos de billetes en una mano. La chica conversa con el marido de la dueña mientras mueve los que lleva en la mano izquierda y en la derecha lleva una bolsa de la que saca nuevos billetes. Al final se observa cómo introduce sendos fajos bajo su camiseta mientras sonríe.

Entre las lagunas que señaló la Fiscalía figura la cantidad de metálico que había en la tienda, que 22.000 euros estuvieran guardados en "lugares tan inverosímiles" como un frigorífico o el origen de ese dinero. "No se entiende muy bien que una suma tan elevada estuviera oculta en la tienda y no ingresada en su cuenta bancaria, y no deja de llamar la atención que un negocio como el de la denunciante proporcionara tan elevadas ganancias", argumentó la fiscal.

También "llama poderosamente la atención" de la fiscal que la dueña no hubiera mencionado antes a la mujer que se guarda el dinero o que los policías se llevaran 17.000 euros y dejaran allí 3.000 en billetes más pequeños, que abultan mucho más.

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