Tanto la psicóloga como la educadora del centro de menores donde fue el hermano- de sólo 3 años -del bebé fallecido explicaron que el niño les contó que su madre les pegaba guantazos "y nos daba patadas a mi y al bebé, a él patadas y lo encierra en el cuarto", declaró la psicológo. Según la psicóloga, que declaró en su doble condición de testigo y perito, "él decía que no se quería ir con su madre, que en el centro estaba a gusto". 

La profesional explicó que tenía una relación aversiva, "típica de las víctimas menores de maltrato físico. Los niños aprenden a no establecer mucho contacto. Le tenía miedo a su madre". 

Por su parte, la educadora dijo que el pequeño tenía "signos evidentes de violencia física. Decía que en esta casa se estaba a gusto y que en la suya, su mamá le pegaba a su hermano, que es así de grande, y abría las manos del tamaño de un bebé".