El juicio al psiquiatra Javier Criado

El psiquiatra Javier Criado niega las vejaciones a una paciente y las denunciantes confirman hasta abusos

  • Una de las denunciantes relata en el juicio que se puso en manos del "mejor psiquiatra" de Sevilla para curarse y sólo recibió comentarios de "sexo, sexo y sexo"

El psiquiatra Javier Criado, en el banquillo de los acusados.

El psiquiatra Javier Criado, en el banquillo de los acusados. / josé ángel garcía

Dos versiones completamente contradictorias sobre lo que ocurría en la consulta del psiquiatra Javier Criado y por las que este médico de 71 años se enfrenta a una petición de dos años de cárcel por parte de la Fiscalía. Javier Criado ha negado rotundamente este miércoles que empleara un lenguaje soez y humillante con una de sus pacientes -la única denuncia que ha continuado por la prescripción de los hechos denunciados por otro grupo de mujeres-, pero con la misma contundencia se han manifestado las denunciantes, que no sólo lo han acusado de haberles dispensado este tratamiento sino que en uno de los casos, el primero que se denunció y que fue finalmente archivado, se le ha atribuido unos presuntos abusos sexuales a una de la mujeres.

En su declaración ante la juez de lo Penal número 9 de Sevilla, Javier Criado se ha declarado inocente y ha negado todos los cargos, rechazando que se refiriera a una de sus pacientes -a la que vio en cuatro ocasiones entre los meses de enero y febrero de 2015- como "loca" o "loquita" o que le dijera en la primera consulta que "no tenía claro si te gusta más una polla o un coño". También ha rechazado, a preguntas de la fiscal del caso, que preguntara a la mujer sobre "cuántas veces había follado esa semana" o le dijera que mandarle pastillas no servía para nada porque "con un buen polvo se curaba".

La Fiscalía también sostiene que en una ocasión instó a esta mujer a que "se pusiera tangas rojos, tacones altos y rojos, porque eso era lo que a su marido y a cualquier hombre se le pondría así (haciendo un gesto con el brazo simulando a una erección)", y que otra vez le preguntó si su marido "le comía el coño como había que comérselo".

Criado ha defendido que "si algún médico habla en ese tono, le garantizo que su consulta no dura más de 48 horas", y ha añadido que en su consulta no se hablaba ni de "sexualidad, ni de fútbol ni de la Semana Santa". "No hay un solo psiquiatra que emplee esa terminología, son términos coloquiales, de la calle, un profesional nunca lo dice". "Lo niego absolutamente", ha aseverado el psiquiatra, que ha señalado que ese lenguaje no se usa "ni en los chistes más toscos; no los he oído en los cómicos ni en los chistes entre amigos".

El psiquiatra llega a los juzgados de la Buhaira, en presencia de un grupo de denunciantes. El psiquiatra llega a los juzgados de la Buhaira, en presencia de un grupo de denunciantes.

El psiquiatra llega a los juzgados de la Buhaira, en presencia de un grupo de denunciantes. / josé ángel garcía

El acusado ha dicho que esta paciente tenía un "trastorno histriónico de la personalidad", que tiene un abanico amplio de síntomas como la tendencia a la "magnificencia y a la teatralidad" y con un "deseo inapropiado de seducir porque necesita reafirmarse, ser el centro de atención", y ha relatado que la mujer contó inicialmente que había sufrido malos tratos de su padre y después por parte de su marido.

El testimonio de la denunciante

Por su parte, la denunciante, M. G. G. P., de 59 años, ha ratificado la denuncia contra Javier Criado y todas y cada una de las frases soeces y humillantes que el psiquiatra le profirió en las cuatro consultas a las que asistió y sobre las que la Fiscalía le ha preguntado a ambos. 

La mujer ha dicho que cuando le preguntó por sus aficiones y le dijo que era del Real Betis, el médico le contestó que "esta loca no se cura" -dado que el psiquiatra es seguidor del Sevilla-, y a continuación dijo que era "experto en manipulación de mentes y la iba a cambiar al Sevilla". La testigo ha afirmado que el psiquiatra todo lo llevaba al tema de las relaciones sexuales, sobre "si follábamos bien", y ha contado que cada vez "salía peor de lo que entraba" en la consulta, porque "jamás" le preguntó cómo se encontraba o cómo le había sentado la medicación, "sólo cuántas veces follaba", ha insistido la testigo, que ha afirmado que salía "zombi" de la consulta, "como si estuviera hipnotizada".

Ha relatado incluso que en una ocasión le dijo que la iba a llevar al palco del Sevilla y ella tenía "pesadillas con orgías" en el palco y con los tacones de color rojo. "Me sentía vejada, humillada, un objeto sexual" porque le decía "tienes que follar si quieres que te cure". 

"Sexo, sexo y sexo es lo que he tenido en todas las consultas"

La denunciante ha negado que su acusación al médico sea producto de un "ánimo de venganza" porque, según ha dicho, lo único que quería era curarse y por eso fue al "mejor profesional" que había en Sevilla, y ahora sólo quiere "que se haga Justicia y que ella fuese una de las últimas mujeres a las que le hizo este daño tan grande". "Sexo, sexo y sexo es lo que he tenido en todas las consultas", ha manifestado entre lágrimas la mujer.

En la primera sesión de este juicio, que continuará el próximo viernes, también ha rendido testimonio C. R. S., la primera mujer que denunció en 2005 a Javier Criado en los tribunales y cuyo caso fue finalmente archivado. La testigo ha confirmado, a preguntas de la abogada de la acusación particular, Inmaculada Torres, que acudió a su consulta porque creía que era el "mejor psiquiatra" de Sevilla y "dejó que la llevara a un sofá, donde la tocó y abusó de ella".

Esta mujer, que fue a la consulta de Criado en dos etapas entre los años 1998 y el año 2000, ha contado que en una ocasión le dijo que se había "enamorado" de ella y le dio un beso, lo que la dejó "descolocada". En su duro relato, la testigo ha narrado igualmente que durante las consultas el acusado "le leía sus artículos" publicados en la prensa y le decía que cuando hacía el amor con su mujer "lo hacía pensando en ella", lo que le resultaba "ofensivo y fuera de lugar", y le decía que se masturbara, además de que en otra ocasión le cogió la mano y se la puso en su pene.

También ha afirmado que le decía que era "el mejor psiquiatra de Sevilla" y le contaba "historias" como que era "un observador del Gobierno de Estados Unidos y se paseaba por las calles de Cuba".

Esta mujer ha explicado que cuando se archivó la causa decidió no recurrirla porque le iba a costar dinero y su "necesidad de Justicia se había solventado con la denuncia", pero ha concluido que ella fue "víctima de abusos" por parte del acusado.

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