Prácticas de Derecho

Una Clínica Legal Penal para alumnos de Derecho

  • Las clases prácticas tienen lugar en el Anatómico Forense, la cárcel y asistiendo a juicios

  • Los profesores abordan aspectos como la oratoria, las técnicas de interrogatorio y el marketing jurídico

Una clase de Luis Romero en la Clínica Legal Penal

Una clase de Luis Romero en la Clínica Legal Penal

Uno de los muchos proyectos que ha frustrado la crisis del coronavirus ha sido el inicio de la tercera edición de una Clínica Legal Penal que organiza la Universidad de Sevilla y el bufete de Luis Romero para alumnos de cuarto curso de Derecho.

Iba a desarrollarse entre el 13 de marzo y el 5 de junio pero la primera clase teórica en la sala de vistas de la Facultad de Derecho quedó aplazada hasta que concluya la alerta sanitaria por coronavirus.

La Clínica Legal, conocida en otras universidades como Clínica Jurídica, es una actividad dentro de la asignatura de Prácticas Externas que da seis créditos a la veintena de alumnos inscritos, procedentes del último curso de Derecho,  y les permite familiarizarse con la profesión de abogado penalista. La Facultad de Derecho tiene otras iniciativas similares en materia de Derechos Humanos, Derecho Tributario y Constitucional.

El abogado Luis Romero explica a este periódico que el programa pretende que los alumnos conozcan la profesión de abogado y su especialidad en Derecho Penal desde una perspectiva práctica. Por ello reciben clases sobre la organización de un bufete, las relaciones con clientes y funcionarios de Justicia o Interior y el marketing jurídico. Entrando en el ejercicio profesional, las clases abordan aspectos como la oratoria, las técnicas de interrogatorio, simulacros de juicios y las estrategias de defensa.

Otro aspecto abordado es la actuación ante diferentes tribunales, desde el juzgado de guardia, los juicios por delito leve hasta las vistas en la Audiencia Nacional o los recursos ante el Tribunal Supremo.

La última lección, a cargo de Romero, resume sus “50 consejos para un abogado penalista”, fruto de sus treinta años de ejercicio.

Las clases teóricas, de dos horas de duración, se complementan con visitas a la prisión provincial, la Fiscalía de Sevilla, el Colegio de Abogados, el Instituto Anatómico Forense, un bufete y juicios en un juzgado de instrucción y otro de lo penal. Los alumnos completan las clases con un trabajo sobre el contenido de cada una de ellas.

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