DELITO DE MEDIO AMBIENTE

Kiko Veneno acude como denunciante al juicio contra una cantera ilegal

  • El músico sevillano y otros propietarios denunciaron la actividad sin licencia y el daño a los acuíferos y al paisaje

José María López Sanfeliú, alias Kiko Veneno.

José María López Sanfeliú, alias Kiko Veneno.

El músico sevillano Kiko Veneno acudió este lunes a la Audiencia de Sevilla para un singular compromiso: declarar como testigo contra una cantera ilegal en Pruna que, según el fiscal, ha causado daños por importe de 381.401 euros al ecosistema.

El compositor tenía una finca en la zona -que ya ha vendido- y por ello se encuentra entre los 15 propietarios que denunciaron a los dueños de la cantera por un delito contra el medio ambiente. Su denuncia prosperó y ahora los empresarios Lucio R.J. y Juan Lucio R.R. se enfrentan a una petición del fiscal de cuatro años de cárcel.

Kiko Veneno había sido citado como testigo a las 10 horas y acudió puntualmente. Después de toda la mañana esperando sentado en un banco del vestíbulo, a las 13.30 horas un agente le comunicó que por problemas de horario su comparecencia quedaba pospuesta al día siguiente.

Su verdadero nombre es José María López Sanfeliu y como tal estaba citado, junto a otros propietarios de la Asociación de Vecinos Fuente del Duque. Se trata de agricultores o dueños de pequeñas casas de campo que en 2004 vieron con sorpresa como los dos acusados compraron un olivar de secano de unas cinco hectáreas y llegaron a crear “una auténtica explotación minera intensiva” para la que llegaron a construir una planta de hormigón dentro de la cantera.

La extracción, trituración y hormigonado estuvo funcionando cinco años pese a las sucesivas órdenes de paralización.

Los vecinos colindantes comenzaron a sufrir la contaminación por polvo, el trasiego de una treintena de camiones todos los días, la afectación de los acuíferos y el daño paisajístico, según comentaron a este periódico mientras esperaban su turno de declaración.

Ante las numerosas denuncias de particulares, el Ayuntamiento de Pruna decretó en mayo de 2007 la suspensión de la actividad. Dos años después, en marzo de 2009, fue la Delegación Provincial de Minas quien ordenó la ”inmediata paralización” pero el 30 de marzo de ese año la Guardia  Civil constató que ninguna de las órdenes se había cumplido y que continuaban los trabajos de “extracción, trituración y clasificación de ácidos”.

El fiscal pide para cada dueño de la empresa cuatro años de cárcel, multa de 9.000 euros y la restauración del terreno a su estado original.

La cantera se encuentra en la Sierra del Tablón, espacio protegido y punto más elevado de la provincia de Sevilla. La actividad de la cantera motivó que se formaran taludes de 50 metros pese a que el máximo autorizado era de 4 metros. La actividad extractiva acabó afectando a la zona forestal, el sotobosque mediterráneo y las especies arbóreas y animales, algunas de las cuales están catalogadas como de interés especial, según el fiscal. 

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