Sentencia por abusos

Condenan a un trabajador del Circo del Sol por abuso sexual de una compañera

  • Se valió de su “afectación profunda” por el alcohol

  • Pagará 14.000 euros de indemnización y no podrá acercarse a ella durante seis años

La reconocible carpa que monta el Circo del Sol en Sevilla para sus espectáculos.

La reconocible carpa que monta el Circo del Sol en Sevilla para sus espectáculos. / Juan Carlos Vázquez

La Audiencia de Sevilla ha condenado a cuatro años y medio de cárcel a un trabajador del Circo del Sol por abuso sexual de una compañera, con la que mantuvo relaciones aprovechándose de su intensa embriaguez.

Según la sentencia a la que tuvo acceso este periódico, el acusado J. V. C., entonces de 30 años, coincidió en la madrugada del 5 de febrero de 2018 con su compañera de trabajo en una discoteca de Sevilla a  la que cada uno había ido por separado con compañeros de trabajo.

Aprovechando el estado de profunda embriaguez en que se encontraba la víctima, el procesado la llevó hasta su domicilio, un piso que compartía con otros compañeros de trabajo. Hacia las 11 horas de la mañana siguiente la mujer se despertó en la cama del acusado en el momento en que este se disponía a penetrarla. “Aturdida y desorientada, sin fuerzas para apartarse“, la mujer le pidió que la dejara, pese a lo cual el acusado llegó a penetrarla vaginalmente.

A continuación J.V.C. le proporcionó 10 euros para que regresara en taxi a su domicilio y cuando la mujer llegó al piso que compartía con unas amigas y les contó lo que había ocurrido, se marchó directamente al hospital y formuló denuncia a la policía.

La Sección Séptima de la Audiencia, según la sentencia facilitada por el TSJA, da más verosimilitud a la versión de la víctima porque fue uniforme sobre lo sucedido, empezando por su “estado de embriaguez profunda”, confirmada por los testigos que declararon que “se mantenía en pie a duras penas”, y por la analítica que a las 14:20 horas del día siguiente arrojó una alcoholemia de 0,95 gramos/litro, “y eso que hacía al menos ocho horas que había cesado la ingesta de alcohol”.

El acusado mantuvo que la víctima estaba “bebida pero consciente” y que, tras encontrarse en la discoteca, decidieron ir hasta su piso, donde la mujer se desnudó, se metió en la cama y se durmió. A partir de ahí dijo en la fase de instrucción que no habían mantenido relaciones sexuales pero en el juicio las admitió, si bien sosteniendo que fueron consentidas.

Preguntado durante el juicio por este cambio de versión respecto a sus primeras declaraciones, lo explico diciendo que “tuvo miedo de las consecuencias”,  aunque la Audiencia aventura que es posible que ese reconocimiento “tuviera que ver con los resultados de las pruebas de ADN“ hechas con muestras de las partes íntimas y ropa de la denunciante.

La condena a cuatro años y medio de cárcel incluye seis años de alejamiento a 300 metros del domicilio o lugar de trabajo de la víctima y el pago de una indemnización de 14.000 euros.

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