La caja negra

Espadas, ¡a la cruzada roja!

  • El alcalde se mide contra Susana Díaz a mitad de junio, el mes que se supone que el PP estrenará portavoz y en el que es seguro que la diócesis recibe al nuevo arzobispo

Espadas, ¡a la cruzada roja!

Espadas, ¡a la cruzada roja! / M. G. (Sevilla)

El alcalde se nos va a la guerra en una versión hispalense de Mambrú. El portavoz del PP en el Ayuntamiento se irá a mitad de junio, o al menos eso dicen, porque en política todo puede cambiar en un plisplás, en una curva, por el efecto de una simple declaración ante los medios. Hace pocos días el PP estaba cercado por el caso Bárcenas y en jaque por el batacazo en Cataluña, y a hora dicen que Casado tiene un pie en la Moncloa. ¡Cosas veredes, Sancho! El arzobispo es otro que se marcha, eso es seguro. En la Iglesia nada cambia de acuerdo con lo establecido. Y el que está en tenguerengue con las primarias del PSOE es Fernando Rodríguez Villalobos, el tito Fernando, que es el último bastión importante que le queda al susanismo en la Diputación, donde la princesa roja tiene perdido hasta al portavoz socialista Antonio Conde.

Si Ferraz ve opciones de tumbar a la trianera es porque, precisamente, tiene agrietada a la agrupación de Sevilla, la más importante de Andalucía. Y si ella se presenta es porque su gran pasión es detentar el poder orgánico, no el institucional. Algunos de sus muy conocidos aseguran que Díaz quiere volver a ser presidenta de la Junta para seguir siendo lo que realmente le gusta ser: secretaria general del PSOE andaluzHay momentos en la vida de una ciudad en que el destino aprieta la tecla f5 para refrescar un organigrama que parecía una foto fija durante años. Nada será igual este verano.

Tendremos un alcalde interino, si es que gana las primarias para ser candidato a la presidencia de la Junta, o abrasado en la cruzada roja a la que se ha entregado con pasión. Juan Espadas se medirá en las urnas socialistas con quien en tiempos, no hace tanto tiempo, era la todopoderosa Susana Díaz.

Hasta hace media hora nadie en el partido tenía redaños de echarle valor a Susana. Antes mandaba con la mirada, ahora trata de sobrevivir entre los suyos. Juan Espadas estará necesariamente distraído de su trabajo como alcalde de aquí a esa mitad de junio donde los dos principales partidos vivirán tiempos intensos en la Plaza Nueva. Y no digamos cómo estará si gana las primarias, que dicen que las ganará porque la princesa roja está descolorida. Que Susana no sea candidata y que en otoño pierda la secretaría general tengo que verlo yo con los ojos por posible que parezca, que lo parece.

No baraja Espadas ahora mismo un sustituto para la Alcaldía, aunque hay quienes consideran que sí debe hacerlo. Tampoco lo tendría fácil entre los concejales de su grupo. La número dos, Sonia Gaya, es susanista. No parece que sea una opción. Los otros dos que pueden serlo son Juan Carlos Cabrera y Antonio Muñoz. Cabrera tendría el camino allanado si sale ileso del proceso judicial que tiene abierto por el suceso en el bar el día de Reyes. Tiene fuerza orgánica. Pero tampoco se olvide que Espadas puede tirar de Cabrera para su aventura autonómica, no en vano es quien lleva año y medio abriéndole camino en las agrupaciones del centenar de pueblos de Sevilla. Antonio Muñoz, responsable de parcelas vitales como Urbanismo y Turismo, es del estrecha confianza del alcalde, pero en su contra juega que no tiene fuerza orgánica y carece de conexión con los sectores más conservadores de la ciudad. No hay muchas más opciones, siempre que se pretenda que quien se quede como alcalde interino asuma después la candidatura en las municipales de 2023. El vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, proclamó el viernes que el futuro candidato a la Alcaldía es ahora miembro de la Corporación municipal, luego de dejar claro que su voto en las primarias será para Juan Espadas.

En cualquier caso, si Espadas gana esas primarias y el Gobierno andaluz no adelanta las elecciones, el elegido para alcalde interino deberá estar en el cargo al menos durante un semestre, pues las andaluzas son como muy tarde en diciembre de 2022 y las municipales en mayo de 2023. Los socialistas no se pueden permitir en ningún caso perder la principal Alcaldía que tienen en España en estos momentos.

¿Y con qué animo afrontaría el todavía alcalde una carrera electoral frente a un PP andaluz crecido en los sondeos como no lo estaba desde 2012? Espadas se mueve bien en ambientes adversos. En 2011 registró el peor resultado del PSOE en unas municipales sevillanas. Le tocó hacer oposición frente al Zoido de los 20 concejales. Aguantó, comenzó a visitar barrios casi en soledad. Rara vez encontraba cobertura mediática, pues la ciudad estaba volcada con el nuevo alcalde. En poco tiempo comenzó a contemplar los primeros brotes verdes a su labor persistente. Supo ver que la debilidad de Zoido estaba, por encima de todo, en el exceso de expectación que había generado. A la primera oportunidad, en las elecciones de 2015, le arrebató la Alcaldía gracias a los apoyos de los concejales de Podemos, con los que siempre se ha entendido sin mayores polémicas.