La caja negra

La sorpresa en la Consejería de Fomento

  • El equipo del PP se encuentra con que el diseño de la línea 3 de Metro está inconcluso y que el trabajo hecho con las líneas 2 y 3 es mínimo

La consejera de Fomento, Marifrán Carazo.

La consejera de Fomento, Marifrán Carazo. / M. G. (Sevilla)

CUANDO Arenas llegó al Ministerio de Trabajo en 1996 se encontró con arañas en la caja de las pensiones. Es una de las historias más recurrentes que marcaron el inicio del aznarismo en España después de tantos años de socialismo. Cuando el PP desembarcó hace unos meses en la Consejería de Fomento, se encontró con la gran sorpresa: los proyectos de las líneas 2, 3 y 4 de Metro no están ni mucho menos listos. Los gobiernos socialistas se hartaron de pregonar una inversión de 17 millones de euros para el diseño completo de la red de la capital de Andalucía. A la hora de la verdad, cuando la consejera Carazo y el viceconsejero Raynaud abrieron los cajones sólo se encontraron con el proyecto de ejecución de la línea 3 pero sin todo lo relativo a las instalaciones y con algunos tramos muy específicos de las líneas 2 y 4. La sorpresa ha sido mayúscula.

Ambos dirigentes recibirán la próxima semana a Miguel Rus, promotor de la plataforma que denuncia el maltrato que sufre la ciudad en los sucesivos y diferentes presupuestos públicos y que reivindica las infraestructuras claves para el desarrollo de Sevilla: el Metro, la conexión ferroviaria entre el aeropuerto y Santa Justa y la terminación de la SE-40.

Jaime Raynaud, viceconsejero de Fomento Jaime Raynaud, viceconsejero de Fomento

Jaime Raynaud, viceconsejero de Fomento / M. G. (Sevilla)

Hasta ahora hemos asistido a la reacción del alcalde a las protestas de esta plataforma donde se integran decenas de empresarios. El socialista Juan Espadas es partidario de abandonar “pancartas ajadas” y trabajar conjuntamente entre todas las administraciones. Lógicamente no le ha hecho especial gracias que haya florecido semejante plataforma en el inicio de su segundo mandato, menos aún promovida por un dirigente empresarial que en 2015 se mostró muy a favor del actual alcalde.

¿Pero qué opinan en la Junta de Andalucía de las principales reclamaciones de los empresarios? La Junta, de entrada, comparte muchas de las reivindicaciones. En algunos casos las competencias son exclusivas de una Administración y en otros pueden y deben ser compartidas. La Junta apoya con rotundidad la ejecución de los ya famosos túneles y se opondrá a que el Estado ofrezca cualquier sucedáneo por medio de puentes u otras alternativas similares. El Ejecutivo autonómico considera que la terminación de la SE-40 trasciende de un proyecto que concierne solamente a la capital. Se trata de un proyecto que interesa a las comunicaciones de Sevilla con Huelva y el Sur de Portugal. Desde el inicio, con los gobiernos de Rajoy, se concibió todo para que la circunvalación contara con esos túneles, por lo que se luchará contra la “coartada” de las complejidades técnicas que se puedan alegar para sus descartes.

El equipo de Fomento también comparte la necesidad de acelerar el proyecto de conexión ferroviaria entre Santa Justa y el aeropuerto, al considerarse una apuesta vital para el denominado transporte intermodal. La Consejería estudia diferentes alternativas a corto plazo, basadas en el aprovechamiento de la red de Cercanías. Siempre se trataría de soluciones en superficie. No se olvida el fracaso de los socialistas al tratar de llevar el AVE bajo tierra entre la estación ferroviaria y el aeródromo, un proyecto incluso adjudicado a una potente UTE que está pendiente de liquidación administrativa.

Volvamos a la red de Metro, a la sorpresa de hallar diseños inconclusos o escasamente pergeñados. En este asunto la competencia es claramente de la Junta sin que se pueda descartar, obviamente, la colaboración de todas las administraciones. El PP está condicionado por su compromiso electoral de apostar por la red completa en la capital de Andalucía. La estrategia política comienza por dejarle claro al alcalde que “de ningún modo” están terminados los diseños de las tres líneas pendientes. “Eso hay que negarlo taxativamente. El alcalde debería ser más prudente”, se comenta en los despachos de la Consejería. En segundo lugar hay que actualizar y terminar el diseño de la línea 3 (Pino Montano-Bermejales) que tiene parada estratégica en el Prado de San Sebastián.

Han pasado tantos años desde que se confeccionó el diseño inconcluso que hay que rehacer los estudios sobre demanda de viajeros, flujos de tráfico, etcétera. Sin olvidar los cambios producidos en la normativa medioambiental en tantos años. En tercer lugar, hay que gestionar el apoyo del Gobierno de España, en manos del PSOE con la cartera de Fomento controlada por Ábalos, que esta semana, por cierto, coincidió en un acto con la consejera Carazo y el viceconsejero Raynaud. Y si el Ayuntamiento se quiere sumar, “que se sume”. Por el momento, el gobierno del cambio ha consignado un millón de euros para esas “actualizaciones”. El enredo del Metro empieza de nuevo.

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