Andalucía, preparada para liderar el desarrollo del biometano en España

Tribuna de Joan Batalla, presidente de la Asociación Española del Gas (Sedigas)

Según el presidente: "La comunidad andaluza es un enclave estratégico para liderar el despliegue del biometano en España y situarse como referente en nuestro país"

En la imagen, Joan Batalla, presidente de la Asociación Española del Gas (Sedigas).
En la imagen, Joan Batalla, presidente de la Asociación Española del Gas (Sedigas). / Sedigas
Joan Batalla

18 de septiembre 2025 - 06:58

El biometano se ha consolidado en Europa como una de las soluciones renovables más prometedoras para garantizar la transición energética, reforzar la seguridad de suministro y promover una economía circular basada en la valorización y correcta gestión de los residuos. No se trata de una energía emergente, sino de una tecnología madura, segura y plenamente disponible, con más de 1.600 plantas en funcionamiento en el continente.

El interés inversor es prueba de ello. El Biomethane Investment Outlook 2025, publicado por la Asociación Europea del Biogás (EBA), identifica más de 29.000 millones de euros comprometidos en nuevos proyectos en Europa, con la previsión de construir 900 plantas adicionales en los próximos cinco años. Sin embargo, en España el desarrollo del sector aún está muy lejos del potencial identificado. El riesgo de ralentización es evidente si no actuamos con la suficiente ambición con un marco regulatorio sólido, transparente y predecible.

En este contexto, Andalucía cuenta con una ventaja diferencial. Su consolidado sector agrícola y agroindustrial, la abundancia de residuos orgánicos y el compromiso demostrado por sus instituciones convierten a esta comunidad en un enclave estratégico para liderar el despliegue del biometano en España y situarse como referente en Europa.

Un potencial de primer nivel

Según estimaciones de Sedigas, Andalucía podría albergar hasta 334 plantas de biometano con capacidad para generar 24 TWh anuales. Este volumen cubriría en torno al 50 % de la demanda actual de gas natural de la comunidad. El impacto ambiental sería igualmente notable: hasta 34 millones de toneladas de CO₂ evitadas cada año, lo que equivale a retirar de la circulación más de seis millones de vehículos.

El potencial socioeconómico es también extraordinario. La construcción y operación de estas instalaciones requeriría inversiones superiores a 5.500 millones de euros y permitiría generar más de 8.000 empleos directos e indirectos, además de 71.000 adicionales durante la fase de construcción. La vida útil de una planta, que se sitúa entre 25 y 30 años, asegura además estabilidad laboral y económica en el medio y largo plazo. En las zonas rurales, muchas de ellas afectadas por la despoblación, el biometano puede convertirse en un motor de desarrollo local, contribuyendo a fijar población, diversificar rentas y dinamizar la economía.

Frente al cambio climáticoy la autonomía energética

La posición geográfica de Andalucía la convierte en una de las regiones más expuestas a los efectos del cambio climático en Europa. Por ello, la Junta ha impulsado el Plan Andaluz de Acción por el Clima, que fomenta medidas de mitigación y adaptación para proteger tanto los entornos naturales como los urbanos y productivos. En este marco, el despliegue del biometano encaja de manera natural: contribuye a reducir la dependencia de combustibles fósiles, disminuye emisiones y favorece una transición energética justa y ordenada.

Pero no se trata solo de una cuestión ambiental. La inestabilidad geopolítica internacional ha puesto de manifiesto la necesidad de reforzar la autonomía estratégica de Europa en materia energética. El biometano responde a este desafío, ya que aprovecha recursos locales y cadenas de valor propias. De hecho, el Plan REPowerEU, lanzado en 2022, fija el objetivo de alcanzar 35.000 millones de metros cúbicos de biogás/biometano en la Unión Europea en 2030, alrededor del 10 % de la demanda actual de gas natural. Andalucía, con su capacidad de producción de biomasa y residuos orgánicos, tiene condiciones privilegiadas para contribuir a este objetivo común.

Del residuo a la oportunidad

El biometano es un gas renovable obtenido a partir de la digestión anaerobia de residuos agrícolas, ganaderos, agroindustriales o municipales. Andalucía, con un sector agroalimentario que representa el 15,5 % de su PIB, genera cada año millones de toneladas de subproductos cuya gestión plantea importantes retos ambientales.

El olivar es un ejemplo paradigmático: con más de 1,5 millones de hectáreas cultivadas –550.000 en la provincia de Jaén–, produce volúmenes ingentes de alpechín y alperujo que requieren soluciones sostenibles. Lo mismo sucede con la ganadería intensiva y extensiva, la potente industria agroalimentaria o la fracción orgánica de los residuos municipales. Lo que hoy se percibe como un problema de gestión puede convertirse en una materia prima de alto valor energético y económico.

El biometano ofrece así una doble respuesta: permite gestionar de forma sostenible residuos que hasta ahora suponían un desafío y, al mismo tiempo, los transforma en una fuente de energía renovable que refuerza la economía circular y genera riqueza local.

A2BiO: primer paso hacia una estrategia regional

Conscientes de esta oportunidad, las instituciones andaluzas han dado ya pasos firmes. La constitución de la Alianza Andaluza del Biogás (A2BiO) en enero de este año, impulsada por la Junta de Andalucía, representa un hito fundamental. Esta plataforma agrupa a más de 90 entidades públicas y privadas, entre ellas Sedigas, con el objetivo de ordenar el despliegue del sector, fomentar la colaboración público-privada y garantizar que el crecimiento del biometano responda a criterios de sostenibilidad, competitividad y responsabilidad social.

La Alianza no solo es un foro de diálogo, sino un instrumento de coordinación para asegurar que los proyectos se desarrollen con transparencia, bajo los más altos estándares medioambientales y con la aceptación de la ciudadanía. La confianza social es un factor crítico: sin ella, ningún proyecto energético de envergadura es viable.

La Hoja de Ruta del Biogás de Andalucía

Tras la creación de la A2BiO, la Junta trabaja ya en la elaboración de la Hoja de Ruta del Biogás de Andalucía, un documento estratégico que servirá como guía de actuación para todos los agentes de la llamada cuádruple hélice: sector empresarial, administraciones públicas, sociedad civil y sector científico-tecnológico.

Su objetivo es claro: posicionar Andalucía a la vanguardia de la producción de energías renovables y del desarrollo de la bioeconomía circular, como herramientas clave para mejorar la competitividad de los sectores productivos, reforzar la resiliencia energética, garantizar la calidad ambiental y conservar el capital natural. Esta hoja de ruta definirá objetivos, líneas estratégicas y escenarios de desarrollo que permitan aprovechar al máximo el enorme potencial en producción de materia orgánica procedente de biomasas agrícolas, ganaderas, industriales y urbanas.

Capitalizar este desarrollo no solo contribuirá a alcanzar los objetivos climáticos, sino también a impulsar un modelo industrial innovador y sostenible. El despliegue del biometano permitirá conciliar las demandas de gestión responsable de la agricultura y la ganadería, con la seguridad alimentaria y la protección de la biodiversidad, generando al mismo tiempo empleos de calidad en cadenas de valor con fuerte arraigo local.

Una oportunidad de liderazgo internacional

Cada proyecto de biometano genera un impacto directo en toda la cadena de valor: agricultores y ganaderos que revalorizan sus residuos, empresas de ingeniería y construcción que participan en la implantación, operadores que gestionan las plantas y territorios que reciben inversión. Jaén, con proyectos en tramitación superiores a 700 millones de euros, es un buen ejemplo de cómo un recurso local puede convertirse en motor de transformación regional.

El biometano no es una promesa a futuro, sino una oportunidad del presente. Andalucía tiene la capacidad, los recursos y la estrategia para consolidarse como líder nacional e internacional en esta energía renovable.

La ventana de oportunidad está abierta. Para aprovecharla plenamente será necesario agilizar los procedimientos administrativos, establecer incentivos claros y reforzar la confianza social. Apostar por el biometano es apostar por una transición energética justa, por el desarrollo rural y por una Andalucía más competitiva y sostenible. La comunidad cuenta con todo lo necesario para convertir el reto climático en una palanca de progreso económico, social y ambiental.

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