Ford cierra su fábrica en Bélgica y lleva su producción a la planta de Valencia

La compañía despedirá a más de 4.000 personas. El ensamblaje de los modelos Mondeo, S-MAX y Galaxy de la instalación clausurada pasará a la valenciana de Almussafes, que cede a Alemania el montaje del C-MAX y el Grand C-MAX.

Efe / Ep

Bruselas, 24 de octubre 2012 - 13:12

El grupo automovilístico Ford cerrará en 2014 la planta belga de Genk, lo que implicará que la producción de la nueva generación de los modelos Mondeo, S-MAX y Galaxy se trasladará a Almussafes (Valencia), que, no obstante, perdería la fabricación del C-MAX y del Grand C-MAX en beneficio de las instalaciones alemanas de Saarlouis.

Todos estas iniciativas están comprendidas en un vasto plan de reestructuración de las operaciones productivas de Ford en Europa, con el que la multinacional estadounidense persigue "responder a los cambios estructurales del mercado y conseguir un crecimiento rentable en la región". La primera medida supone el cierre de la planta belga de Genk a finales de 2014, para lo que la empresa ha iniciado un proceso de consultas con los representantes de los trabajadores. Esta factoría cuenta con una plantilla de más de 4.000 empleados.

Como consecuencia de esta decisión, la empresa plantea el traslado de la futura generación de los modelos Mondeo, S-MAX y Galaxy a Almussafes (Valencia), que recientemente recibió además la adjudicación del todoterreno Kuga y del Ford Transit Connect, lo que implica una inversión de 812 millones de euros.

La firma del óvalo explica que su plan de reestructuración le ayudará a afrontar la sobrecapacidad productiva, generada por la caída de la demanda en Europa occidental en más de un 20% en los últimos cinco años. Según la empresa, las ventas de coches en Europa registran su nivel más bajo en veinte años y en 2013 se mantendrán o bajarán aun más.

El presidente de Ford Europa, Stephen Odell, aseguró que la reestructuración en Europa es una parte fundamental del plan para reforzar el negocio y recuperar el crecimiento rentable. "Entendemos el impacto que puede tener para nuestra plantilla en Genk, sus familias, nuestros proveedores y la comunidad local", señaló. "Reconocemos plenamente y aceptamos nuestra responsabilidad social en esta complicada situación y, si el plan de reestructuración se confirma, nos aseguraremos de que se adoptan medidas y apoyos para mitigar el impacto en todos los trabajadores afectados", añadió.

La decisión de la compañía ha caído como un jarro de agua fría entre los sindicatos belgas, en especial después de que Ford anunciara el mes pasado que mantendría la producción del Mondeo en la fábrica de Genk, que da empleo directo a 4.300 personas e, indirecto, a cerca de 5.000. "La empresa ha aludido como razón a la crisis económica, pero eso es una tontería. Si van a construir esos modelos en Valencia, también los pueden construir aquí", comentaron fuentes sindicales.

stats