El Mazda CX-5, líder en valor residual

El análisis de valores residuales revela el liderazgo absoluto del Mazda CX-5 dentro de su segmento. En el plazo de 36 meses o 60.000 kilómetros, el todocamino compacto de Mazda, en su versión 2.2 diésel de 150 CV y tracción a las cuatro ruedas, mantiene un 57% de su valor, superando a sus competidores.

La excelente relación equipamiento-precio del Mazda CX-5 o sus bajos costes de mantenimiento son algunos de los argumentos que han sido decisivos a la hora de otorgar este mejor valor residual al SUV compacto de Mazda. También lo son sus niveles de emisiones de CO2, los más bajos de todo el segmento, o su reducido consumo de combustible que, gracias a la revolucionaria tecnología Skyactiv, permite a sus modelos de gasolina alcanzar cifras de diésel y a sus variantes de gasóleo ser tan eficientes como modelos híbridos.

Igualmente, este resultado refleja la consistencia y la tendencia alcista de la marca japonesa en valores residuales en los últimos años, con modelos que son referencia en cada uno de sus respectivos segmentos, a lo que se une la ya tradicional calidad, fiabilidad y satisfacción de cliente que ofrece la marca.

El Mazda CX-5, que llegará a nuestro mercado esta primavera, es el primero de la nueva generación de modelos de Mazda. Una generación que mostrará el nuevo lenguaje de diseño de la marca, denominado Kodo -Alma del movimiento-, y la revolucionaria tecnología Skyactiv, que conseguirá una mayor eficiencia en cuanto a consumo y emisiones en combinación con unas mejores prestaciones y los más altos estándares de seguridad.

La tecnología Skyactiv de Mazda supone una batería de desarrollos industriales que incluye una nueva generación de motores diésel y gasolina de alta eficiencia, nuevas transmisiones manuales y automáticas más ligeras y de tacto más directo, mejoras aerodinámicas, así como una reducción del peso de los vehículos de 100 kg, gracias a carrocerías y chasis de nuevo desarrollo que son un 8% más ligeros y un 30% más rígidos.